Punta Umbría

los Premios Rey Jaime I reconocen la genética forense, la energía renovable y la historia

Los Premios Rey Jaime I de 2009 han reconocido las investigaciones en el desarrollo embrionario, la genética aplicada en el campo forense, el desarrollo de las energías renovables, el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas acuáticos y la historia de la Economía.

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Los Premios Rey Jaime I de 2009, fallados ayer en Valencia, han reconocido las investigaciones en el desarrollo embrionario, la genética aplicada en el campo forense, el desarrollo de las energías renovables, el impacto del cambio climático sobre los ecosistemas acuáticos y la historia de la Economía. 

Los galardonados han sido María Ángela Nieto (Investigación Básica), Ángel Carracedo (Investigación Médica), Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón (Economía), Carlos Manuel Duarte (Protección del Medio Ambiente), Juan Antonio Rubio (Nuevas Tecnologías), y Juan Nogué (Urbanismo y Sostenibilidad). 

El secretario de la Fundación Premios Jaime I, Santiago Grisolía, dio a conocer el fallo de los respectivos jurados, de los que han formado parte veintiún premios Nobel, en un acto que estuvo presidido por el presidente del Gobierno valenciano, Francisco Camps. 

Dotados con 100.000 euros en cada una de sus modalidades e instituidos por la Generalitat y la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA), estos premios pretenden estimular y reconocer la investigación y se entregarán en otoño por parte de un integrante de la Familia Real. 

La bióloga Angela Nieto, premio Jaime I de Investigación Básica, ha declarado a Efe que aunque le ha “sorprendido” el fallo del jurado, el galardón supone un “gran estímulo” para continuar con su trabajo en el Instituto de Neurociencias de Alicante para ayudar a aclarar el origen de algunas enfermedades. 

Nieto (Madrid, 1960) ha señalado que trabaja con los genes denominados Snail, fundamentales para la formación del embrión pero que cuando éste ya está formado dejan de actuar y, pasado un tiempo, se pueden reactivar “de forma anómala” en adultos y dar lugar a patologías como el cáncer, la fibrosis o las enfermedades óseas. 

Según comenta la bióloga Ángela Nieto, cuando se reactivan y dan lugar al cáncer pueden llegar a formar metástasis, con lo que se extienden al resto del cuerpo, mientras que en el caso de los huesos repercute en la capacidad de crecimiento y en la mineralización.

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