El Camborio, que debe su nombre artístico a una iniciativa de su maestra, Pilar López, fue incinerado ayer en el crematorio de La Almudena y sus cenizas trasladadas posteriormente a Barrechela, en Italia, donde descansan sus abuelos.
El artista, “el gitano que sin ser gitano era más gitano que los gitanos”, según le describía su maestra en alusión al poema de Federico García Lorca, fue el coreógrafo de todas las producciones de Franco Zeffirelli, entre ellas Carmen, Il Trovatore y La Traviata.
El Camborio (1939), de madre española, llevaba varios años retirado porque una endocarditis le había provocado una trombosis, pero continuaba muy “conectado” con la vida artística y la coreografía.
De hecho, detalló Lucía del Real, con la que estuvo casado 42 años, iban a ir próximamente a la Arena de Verona, donde estrenó la Carmen de Zeffirelli y escenario del gran homenaje que le ofrecieron hace 2 años, cuando anunció que esa sería su última producción.
El matrimonio, que no ha tenido hijos, trabajó durante 30 años “mano a mano” como el Ballet Español de Lucía del Real y el Camborio, con el que recorrieron el mundo.
Cuando aún era Elvezio Brancaleoni, Pilar López –con la que trabajó entre 1960 y 1966– lo vio bailando en la Scala de Milán y “se dieron cuenta de que él tenía un carácter y un estilo muy adecuados al baile español y decidió venirse a España, sin saber qué iba a ocurrir pero se quedó 52 años”, rememora del Real. Tras empezar a trabajar con Zeffirelli en los años 70 para sus producciones, el Camborio aseguró que “ya nunca haría nada más para ningún otro”, según del Real. Como artista, añadió su esposa, el Camborio era “un artista integral, un gran amante del arte”, comentó.
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