Pintor, escultor, académico, Torner hizo estas declaraciones durante una entrevista a Efe con motivo de la exposición en la que la Galería Atalaya de Palma de Mallorca exhibe sus últimas obras.
Asesor artístico de la Fundación March durante treinta años, Torner promovió la exposición que esta institución dedicó a Bacon en 1978. “Le conocí bien, era un hombre muy gentil. Estuvimos cenando y acabamos dándonos abrazos, parte por amistad y parte por el vodka que habíamos bebido”.
Recuerda que había mucha afinidad entre ambos, “quizá porque aunque muy diferentes, los dos éramos pintores”, y sobre su presencia en el Museo Prado cree que la gente se pregunta ¿qué tal Bacon en el Prado?, “cuando habría que preguntar ¿qué te parecen los Velázquez del Prado?”.
El museo “tiene cuadros de sobra y si quiere ir cambiando, que lo haga con lo que tiene guardado, con lo que podría hacer exposiciones sin necesidad de traer a Cy Twombly o a Bacon, a los que me encanta contemplar, pero en otros sitios”.
Durante sus declaraciones, Torner consideró que “da la sensación de que no les importa demasiado la colección, que es de las mejores del mundo, si no la mejor. Si les importa, cómo no les va a importar, pero no lo parece”.
En cuanto a su exposición en la Galería Atalaya, afirmó que está formada por 72 obras, algunas del pasado año y otras de 1995, que tienen la misma línea. “No podía hacer una exposición antológica ni muy amplia ya que el grueso de mi obra lo doné al Estado y se encuentra en el Museo Reina Sofía”.
En su variada y extensa trayectoria artística su línea ha dado “muchas vueltas, curvas, rectas, porque yo nunca he hecho un salto, ni siquiera de la figuración a la abstracción.
Yo llegue a la abstracción no por Picasso sino por Durero”, afirmó en referencia a que las obras expuestas “son variantes del mismo tema. Unas en color y otras en blanco y negro”.
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