Desde que a las once y media de la mañana el escritor Arturo Pérez-Reverte se sentara en la 'jaima' que la editorial Alfaguara le preparó para recibir a sus lectores, el autor de El capitán Alatriste no ha parado de firmar ejemplares. De hecho, a las doce los organizadores no dejaban ya que se colocara más gente porque la cola era interminable.
El escritor siguió firmando hasta las cuatro de la tarde sin parar y, tras una breve pausa, continuó, como los toreros en un coso soleado y lleno de admiradores, y lo dejó ya entrada la tarde.
“En realidad, vuelvo a la Feria porque sé que el sector está viviendo un mal momento y que las ventas están bajando, y espero con mi presencia reactivarlas. No por mis libros, sino por todos los libros”, comentó a su llegada.
Y es que Reverte dejó de venir a la Feria por “la competición entre escritores” que suponía el duelo de firmas y la contabilidad que se hacía de las mismas. Una práctica que se dejó de hacer hace siete años.
Así, Francisco, el primer lector que aguardaba pacientemente desde la nueve de la mañana con tres libros bajo el brazo -La piel del tambor, La carta esférica y El asedio- para que se los firmase, se fue contento, como las decenas de seguidores, entre ellos un policía montado a caballo, que estaba haciendo su ronda, y que se bajó con su libro para que se lo firmara.
Eso sí, la gente fue comprensiva y le dejó 'colarse', sobre todo una señora que estaba con un carro de la compra repleto de libros del prolífico escritor.
En relación con la crisis actual, y a pesar de que las ventas de libros cayeron en los tres primeros meses del año en torno a un 10 por ciento, según editores y libreros, el director de la Feria, todavía sin datos definitivos, ya que estos se sabrán el próximo sábado, víspera del cierre, es optimista y cree que la crisis “no se está notando”.
“La primera impresión -argumentó Sacristán- es que la gente está asistiendo masivamente, y es que la feria es un acto cultural de Madrid muy consagrado, al que todo el mundo quiere ir y eso es muy de agradecer. El calor del viernes fue malo para la gente y algunas casetas que les toca sol se resintieron y hasta las 18.40 horas no vendieron ningún libro”.
“El año pasado fue un récord y estamos en esas cantidades. Parece, y lo digo con todas las reservas, que se está vendiendo bien y hay espacios de las ferias en los que están muy contentos”, subrayó.
“Como país invitado -precisa-, los nórdicos han sido un éxito. Y resalto que este éxito se debe al gran trabajo que han hecho las embajadas y los responsables de Cultura de los cinco países. Se han volcado. Y todo este éxito está siendo reflejado en los medios de comunicación de sus países. Están hablando de la Feria en su televisión, radio y periódicos”
En cuanto al libro electrónico, muy ed moda actualmente, Sacristán apuntó que como el año pasado recibieron algunas críticas diciendo que prohibían tener libros electrónicos, este año han enviado una carta para que todo aquel que quisiera tener descargas digitales en la feria se lo comunicara.
“De 408 que son, sólo salieron 30; y luego, yo creo que al ser conscientes de que para hacer descargas no hace falta venir a la feria, porque lo puedes hacer en tu casa, pues sólo han quedado dos casetas que lo hacen: Dykinson, de contenidos jurídicos, y Sirius”, matizó el director de la Feria.
“Además, creo que la gente se cree que aquí se puede vender soportes y este no es el sitio, no es una tienda de electrónica. Y en cuanto a los contenidos hay que tener en cuenta también que llevan un 16 por ciento de IVA, y a partir de julio un 18”, subrayó.
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