Con Y griega

Rota y Morón

No tenía sentido permanecer pasivos ante las agresiones sufridas mientras se presta una esencial colaboración para satisfacer los intereses estratégicos de EEUU

Publicado: 10/02/2020 ·
21:15
· Actualizado: 10/02/2020 · 21:16
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Autor

Antonio Yélamo

Periodista de dilatada trayectoria, Antonio Yélamo es director de Radio Sevilla, en la Cadena Ser

Con Y griega

La actualidad política, social y económica andaluza analizada desde la A a la Y con el sello personal de Antonio Yélamo

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Asistimos a un giro sustancial en la estrategia diplomática española en sus relaciones con Estados Unidos. De aceptar, prácticamente, sin rechistar, cualquier pretensión de los norteamericanos de incrementar su presencia militar en las bases de Rota y Morón, a condicionar este apoyo fundamental en el despliegue de las Fuerzas Armadas norteamericanas en el Mediterráneo a un mejor trato comercial del recibido hasta ahora. No estamos ante una simple reclamación adicional de recursos sino que se considere esta aportación española como se merece. Y es que la realidad dista mucho de las debidas compensaciones que debería recibir España por gozar los estadounidenses de dichos enclaves de privilegio en el teatro de operaciones de occidente.

Es, precisamente, el entramado económico de Andalucía, en donde se sitúan dichos cualificados recintos  militares, el más castigado por las arbitrarias medidas adoptadas por Donald Trump a cuenta de las ayudas europeas ilegales recibidas por Airbus. Los elevados aranceles impuestos a la exportación española dañan, en especial, a productos andaluces como la aceituna de mesa, el aceite o el vino de Jerez, entre otros. Así las cosas ,puede entenderse como lógica la reacción de los rectores de la política exterior española, que están demandados por los sectores directamente afectados a que busquen otras vías para solucionar estos contenciosos, más allá de la estrictamente judicial, de incierto recorrido.

Ese nuevo camino iniciado, de diplomacia económica, denominado así por la Ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, está por ver si obtiene resultados positivos para nuestro país pero, desde luego, lo que no tenía sentido es permanecer pasivos ante las agresiones sufridas mientras se presta una esencial colaboración para satisfacer los intereses estratégicos de otro país, por muy aliado que sea. Desde ese punto de vista, habría que dar la bienvenida a este giro que se está dando y, hasta ,incluso, apoyarlo desde aquí. Habrá que estar muy atentos a este pulso dados los importantísimos intereses que están en juego.   

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