La Policía Local de Granada y el Seprona de la Guardia Civil han impulsado la investigación a un joven de 22 años por supuesto maltrato animal continuado en el tiempo a al menos 34 perros y siete cachorros que podría haber destinado a peleas clandestinas entre canes.
Según ha informado la Policía Local en una nota, la investigación comienza a primeros del mes de enero del presente año cuando una representante de la Asociación Rescate Animal Granada se persona en las oficinas del Seprona de la Guardia Civil al objeto de poner en conocimiento que el pasado día 25 de noviembre unos ciudadanos recogieron y le hicieron entrega de un perro "gravemente herido, sangrando y prácticamente agonizando debido a las lesiones localizadas en su cuello y a las múltiples dentelladas, causantes de graves heridas profundas bajo la piel".
Una vez localizado el dueño mediante la utilización del lector de microchips y una vez consultado el Registro Andaluz de Identificación Animal, un joven de 22 años de edad y vecino de la capital, el 7 de diciembre y ya que no se había personado a recogerlo, agentes de Policía Local comparecen ante el Seprona de Granada al objeto de que "se pongan en contacto con el dueño del can para poder hacerle la entrega del mismo".
Avisado por esta unidad hasta en tres ocasiones, el dueño hace caso omiso a los requerimientos realizado, mientras que el informe emitido por una profesional veterinaria apunta a que las heridas y cicatrices del perro "son compatibles con haber sido entrenado para el ataque y utilizado en peleas de perros", abriéndose la correspondiente investigación.
Así, los agentes averiguan que al joven le constan numerosos indicios de un supuesto delito de maltrato animal en los archivos de Policía Local en referencia a tenencia de perros potencialmente peligrosos, con innumerables denuncias por diversas irregularidades en la tenencia y custodia de los mismos, presentando a su vez "unas más que deficientes condiciones higiénico- sanitarias la casa-cueva ilegal en la que los tenía encerrados; encontrándose atados, tapados y a oscuras, siendo ésta una forma de potenciar su peligrosidad".
Se da la circunstancia que por parte de Policía Local de Granada en los últimos tres años se han realizado hasta 14 intervenciones con éste individuo que carece de licencia alguna para la posesión de tal cantidad de animales a su cargo y se le han retirado un total de 34 perros y siete cachorros, la mayoría sin sistema de identificación ni seguro de responsabilidad civil, todos ellos de razas potencialmente peligrosas.
La investigación sigue abierta a fin de verificar si este joven se encontraba inmerso en la organización de peleas de perros de razas potencialmente peligrosas en las cuales los organizadores y asistentes al espectáculo ilegal jalean a los perros a enfrentarse violentamente, con ensañamiento y crueldad.
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