Provincia de Cádiz

El Covid sí entiende de clases sociales

Las medidas de protección social evitan que las diferencias se desboquen, pero el Observatorio de la Desigualdad alerta del alto riesgo de pobreza en Andalucía

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  • La irrupción del coronavirus afectó en menor medida a las familias que contaban con un domicilio espacioso y debidamente acondicionado. -

La irrupción del coronavirus afectó en menor medida a las familias que contaban con un domicilio acondicionado por tamaño y prestaciones al confinamiento duro, la nevera llena y que pudieron mantener la actividad laboral y formativa al pasar al entorno virtual por disponer en casa de los equipos tecnológicos y las competencias digitales adecuados.

De manera que, aunque es pronto para medir aún todas las consecuencias, la pandemia ha agravado seriamente la desigualdad. María del Carmen López, profesora de Economía en la Universidad Loyola de Andalucía y coautora del IV Informe Observatorio de Desigualdad de Andalucía, publicado en junio, apunta que, en términos de rentas, “la desigualdad aumentó un 4% entre marzo y junio de 2020”. Pero, al final de año, este incremento se redujo a un 1%.

La clave ha estado una vez más en las medidas de protección social, en este caso los expedientes temporales de regulación de empleo, las ayudas a autónomos por cese de actividad o el Ingreso Mínimo Vital, pese a que no ha cubierto las expectativas. Ya antes de la crisis sanitaria, la cobertura pública es fundamental: la tasa de personas en riesgo de pobreza antes de impuestos era en Andalucía del 53%, pero tras impuestos y transferencias se reducía al 30%. Al ser las tasas de paro más altas en nuestra región, el efecto igualador de las prestaciones por desempleo es mayor en la comunidad que en la media nacional.

Precisamente “este sigue siendo el rasgo más problemático y el principal factor de exclusión”, señala, por su parte, Francisco José Sánchez, geógrafo y miembro del Observatorio de Desigualdad de Andalucía. Si en Europa, la tasa de paro es de un 6,4% y en España, el 15,5%, la región alcanza el 22,3%.

A este déficit estructural, hay que sumar el fenómeno de los “trabajadores pobres”. Sánchez sostiene que el 20% de los asalariados en nuestra comunidad se encuentra en riesgo de pobreza, frente al 9% en Europa. Según los datos de la Agencia Tributaria, el salario medio anual en Andalucía experimentó un crecimiento de prácticamente el 10% entre 2007 y 2019, frente a la subida en el ámbito nacional del 14%. Pero hay que subrayar que el salario medio anual se redujo drásticamente entre 2011 y 2014 y, por provincias, Cádiz, Granada, Málaga y Sevilla registraron una bajada más pronunciada.

“Entre la falta de trabajo y los sueldos bajos, el 38% de los andaluces se halla en riesgo de pobreza o exclusión”, agrega. La Encuesta de Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que Andalucía, junto con Extremadura y Canarias, es la región cuya renta media por hogar es inferior en el conjunto nacional, sin llegar a los 25.000 euros anuales.

El artículo firmado por la profesora de Economía en la Universidad Loyola de Andalucía señala que “en términos de renta media por persona, en 2019, la proporción que representa la renta media por persona en la comunidad sobre el dato medio de España, ha disminuido casi tres puntos porcentuales con respecto al dato de 2008 (disminuye del 85,47% al 82,90%), deteriorándose a lo largo de la crisis, especialmente desde 2013.

También en 2019, un 28,3% de personas manifestaba tener dificultad o mucha dificultad para llegar a final de mes, frente al 27,1% que reconocía la misma situación en el conjunto de España. “Tomando solo el porcentaje de personas que reconocen tener muchas dificultades para llegar a final de mes en la comunidad andaluza, este valor se ha reducido entre los años 2008 y 2009”, admite, pero matiza que “en todos los ejercicios se ha situado claramente por encima del valor registrado a nivel nacional”.

Los datos que aporta el informe elaborado por una veintena de entidades son desalentadores. Tras la crisis financiera de 2008, las diferencias se ahondaron y Andalucía es una de las regiones con mayor desigualdad de Europa, a un nivel similar al sur de Italia, Bulgaria o Rumanía. “Comparando las rentas que recibe el 20% más rico y el 20% más pobre, se ve que en el continente los ricos ganan cinco veces más, mientras que en España ganan seis veces más y en nuestra comunidad, 6,5”, explica.   

“La movilidad social no se ha detenido”, añade. De hecho, los expertos detectan que ha sido mayor en especial para los que alcanzaron la madurez laboral entre 1996 y 2005. Pero esto no se ha debido a una mejora de la “iguadad de oportunidades”, sino a un cambio en la estructura productiva, de manera que la clase obrera ha pasado de representar el 49% a un 35%, mientras que los profesionales y técnicos superiores han pasado del 14% al 20%. Esto implica que las oportunidades de mejora se están agotando dado que esa clase media tiene pocas posibilidades de crecimiento.

María del Carmen López considera de vital importancia reforzar y las políticas redistributivas” para cerrar la brecha con respecto a España en desigualdad de renta y pobreza minoritaria.

“Es claro que la reducción de la desigualdad es una tarea pendiente, que el sector público tiene un papel clave que jugar en este terreno y que la salida a la situación de crisis debe ir de la mano la solución a este problema estructural de la economía española y andaluza, si se quiere mejorar la distribución tanto de la renta, como del trabajo de cuidados y reducir las dificultades de la población”, concluye.

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