De la mano de Los Salesianos y a través de las subvenciones que obtiene Cruz Roja se han alquilado las instalaciones del Complejo de Campano para convertirlo, por lo menos hasta el mes de diciembre, en un centro de acogida temporal y derivación de migrantes, que pondrá a disposición del colectivo más de 600 plazas, y que posibilitará la rotación de sus residentes en cuestión de dos o tres días. “Así podemos conocer su situación y podemos conseguir que contacten con sus familias y conocidos para que puedan continuar con su viaje”, explicaba el portavoz de Cruz Roja, Miguel Domingo.
La peculiaridad de este centro, que ya acogía a los 170 migrantes que llegaban desde el polideportivo Kiko Narváez de Jerez y a lo largo de la jornada se esperaba la llegada del centenar procedente de Mirandilla, en Cádiz, es que “es más cómodo que un pabellón. Están centralizados, hay menos dispersión y está cercano a la zona de llegada”.
Se posibilitará la atención sanitaria, psicológica y social que les permita encontrarse arropados y atendidos. Las mujeres con los niños se instalarán en una zona y los hombres en un espacio con cabañas.
La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, visitaba las instalaciones acompañada por el alcalde de Chiclana, José María Román, y el subdelegado el Gobierno, José Pacheco. Con el claro objetivo de “sin lujo pero con dignidad, es lo que se merece cualquier ser humano”.
Desde el Gobierno central se trabaja en cuatro líneas. La primera de ellas busca el invertir en los países de origen por cooperación al desarrollo y “por programas que funcionaron y que se han tenido en el olvido”. También debe aplicarse la ley y “proteger las fronteras”, apuntaba Valerio.
En tercer lugar, este Gobierno apuesta porque “existan flujos migratorios regularizados. Necesitamos a personas de otros países para que cubran ciertos puestos de trabajo” y ofrecer la atención humanitaria a aquellos flujos migratorios en situación irregular.
Como datos, la ministra de Migración manifestó que “en 2010 hubo que atender a unas 10.500 personas y en 2017 se incrementaron a cera de 24.000”. Tuvo palabras críticas para los gestores del PP, que “desmantelaron la parte de Migraciones del Ministerio y quisieron mirar hacia otro lado, no asumiendo el fenómeno migratorio y abandonando la implicación con terceros países”.
La solución tiene que proceder de Europa, que “apueste por la unidad de los países de Europa”. Reclamó una política migratoria común. También declaró que “es obvio que no puede haber papeles para todos. Hay miles de millones de personas en el mundo”. Por lo que recriminó al presidente del PP, Pablo Casado, sus declaraciones sobre la posibilidad de que haya papeles para todos porque “es absurdo decir eso”, por lo que pidió “un poco más de sentido de la responsabilidad y no usar temas tan delicados para hacer política”. Para el Gobierno central es “impresentable que haya políticos como Casado y Rivera (Cs) que con falta de altura de miras y falta de respeto a los derechos humanos buscan un camino hacia la confrontación entre los de nuestro país y quienes llegan”. Según la ministra “no es razonable, salvo que quieran sumarse a las tendencias racistas y xenófobas que llevan a la confrontación de otros líderes europeos”. Valerio añadió que “somos conscientes de que este fenómeno no lo podemos gestionar solos”.
No obstante, el Gobierno trabaja en un plan de emergencia para dar respuesta a esta situación: “Tenemos que tener prevista una serie de recursos de atención humanitaria y por eso se va a habilitar una partida presupuestaria de entorno a 30 millones de euros, no va a implicar un incremento del presupuesto, es para prevenir”, explicó la ministra.
Mientras tanto, a Campano seguían llegando autobuses con migrantes procedentes de distintos puntos de la provincia que contarán con alimentos, atención sanitaria y toda la ayuda posible para que puedan retomar sus vidas después de enfrentarse al riesgo de cruzar las aguas del Estrecho, de buscar dinero bajo las piedras para poder pagar a las mafias o de no poder contactar durante días con sus familias para avisarles de que ya se encontraban en territorio español. Cualquier respuesta o acción en materia migratoria es bienvenida por solidaria aunque debería conllevar una gestión política más prematura.
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