El pasado viernes, una mujer intentó agredir con un cuchillo a una médica residente que se encontraba atendiendo a un usuario en una consulta de Urgencias del Hospital de Jerez. Siete días antes y en el mismo hospital una profesional sanitaria en el área de Urgencias fue agredida por la acompañante de un paciente.
También el pasado mes, una enfermera del hospital de La Línea sufrió otra agresión; fue golpeada y pateada por un paciente. La seguridad en el centro linense se había reforzado días antes tras el asalto de un grupo de encapuchados para rescatar a un detenido por narcotráfico. Había agentes de seguridad en la zona. pero los refuerzos no impidieron esta nueva agresión, lo que lleva a CCOO a asegurar que no se trata sólo de poner más vigilantes, sino que es necesario adoptar otras medidas preventivas, como mayor control de usuarios a ciertas áreas de los centros sanitarios.
En 2016 se denunciaron nada menos que 224 agresiones físicas en centros sanitarios de la provincia de Cádiz, además de 703 agresiones verbales, según los datos que maneja la central sindical CCOO, cuyo responsable provincial de Sanidad, José Luis Maiztegui, advierte que habrán ocurrido otros casos que no se han llegado a denunciar. Señala que en 2017 se mantuvo la misma tónica y que las agresiones están aumentado desde 2010.
El servicio de Urgencia es donde más casos de agresiones a profesionales sanitario se producen.
La dirección del SAS asegura que pone a disposición de sus trabajadores un plan de prevención con el objetivo de reducir las posibles agresiones incorporando, además de un protocolo de actuación con asistencia jurídica y apoyo psicológico, una serie de herramientas tales como cursos de formación en manejo de situaciones conflictivas, adaptaciones de locales y ubicación de profesionales y análisis de las incidencias que se producen, entre otros.
CCOO reclama a la Junta que realice un estudio sobre las agresiones al personal sanitario, en donde se especifique si había o no medidas de seguridad, cuál es el perfil del agresor, que consecuencias ha tenido la agresión y en que centros se producen para tener un mapa que ayude a buscar soluciones. “La Junta de Andalucía tiene que ser consciente de que el sanitario está solo en su consulta y está curando a pacientes. No se tiene que preocupar de su seguridad y sí se tiene que preocupar de defenderse es que algo falla”, declara Maiztegui.
Tras la pasada agresión en La Línea, el SAS activó el Plan de prevención, protocolo incluye una primera asistencia sanitaria y respaldo jurídico y psicológico por parte de la Administración sanitaria.
El diario Salud.es, especializado en temas sanitarios, publicaba esta semana que en poco más de un mes, los centros sanitarios andaluces han registrado hasta nueve profesionales agredidos por parte de pacientes o sus familiares, tanto verbal como físicamente. En ese periodo, en España se habían producido quince casos, por lo que la más de la mitad habían sido en centros andaluces.
El sindicato CSIF asegura que el año pasado se registró una media de 2,74 agresiones al día a profesionales sanitarios en Andalucía. Reclamó "medidas urgentes" para prevenir estas agresiones, que en 2016 sumaron mil casos en el sistema sanitario público andaluz y aumentaron el 6,95 por ciento respecto a 2015.
El doctor Gaspar Garrote es miembro del Observatorio Nacional de Agresiones y secretario general del Colegio de Médicos de Cádiz, lo que le ha llevado a reunirse con el Consejo Médico Andaluz y el Delegado del Gobierno en Andalucía, con el Subdelegado del Gobierno en Cádiz y los Interlocutores policiales de la provincia para buscar soluciones. Fruto de este trabajo, se ha elaborado un estudio sobre hospitales, centros de salud y áreas de Urgencias para catalogarlos por su siniestralidad, como pide CCOO.
Además, los cuerpos de seguridad han puesto en marcha de acciones s preventivas, como patrullas periódicas por determinadas zonas. Entre las medidas establecidas destaca la creación de Interlocutor Policial Territorial Sanitario, que tiene la misión de establecer cauces de comunicación con el centro sanitario y los contactos con las organizaciones profesionales para atender a sus preocupaciones y detectar puntos negros.
“Es un paso muy importante que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado colaboren en la erradicación de las agresiones y da credibilidad y contundencia a todo el trabajo que hacemos desde el Observatorio. Las agresiones son una lacra en la que, además de las medidas preventivas, legales o judiciales, se hacen necesarias medidas policiales de investigación y estudio de campo”, asegura Garrote en una entrevista a “Médicos y pacientes”, diario oficial de la Organización Médico Colegial de España.
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