Irene García, que encabezará la
lista del PSOE de Cádiz al Parlamento de Andalucía con el respaldo de
Juan Espadas, no renunciaría a la Presidencia de la Diputación al menos hasta que asuma el acta de diputada autonómica y Víctor Mora, alcalde de Sanlúcar, ocupe su vacante en la Corporación. Pero el secretario general de los socialistas en la provincia,
Juan Carlos Ruiz Boix, quiere acelerar la renovación.
Este lunes, la
Comisión Ejecutiva Provincial, que se celebra en la sede de la formación en Jerez, a partir de las 17.00 horas,
incluye en el orden del día un punto, el cuarto, para la aprobación de la propuesta de candidatura a la Presidencia de la Diputación que ha causado
malestar e inquietud porque para efectuar la sustitución es preciso una
consulta en primer lugar a los diputados del grupo socialista, según reza el
artículo 221 del Reglamento Federal de Desarrollo de los Estatutos Federales del último congreso del PSOE, que no se ha producido. Además, la propuesta ha de ser
previamente informada y consultada con la Ejecutiva regional, que tampoco se ha llevado a cabo.
La presumible
falta de apoyos por parte de sus compañeros de bancada en la Diputación estaría detrás de la maniobra de Ruiz Boix, quien ha dado por amortizada a Irene García pero, como se repetía esta semana en los corrillos socialistas,
“está muy viva”. No en vano, el
Consejo Andaluz de Gobiernos Locales (CAGL), compuesto por presidentes y presidentas de tres de las ocho diputaciones y doce ayuntamientos andaluces, la designó por unanimidad como
presidenta del Consejo para cubrir la vacante dejada por Francisco Toscano Sánchez tras su dimisión como alcalde de Dos Hermanas a finales de enero pasado.
El
escaso margen que le ha quedado a Ruiz Boix para satisfacer los compromisos con las corrientes que le auparon a la Secretaría General en puestos de salida de la lista al Parlamento es clave, asimismo. El número dos, para el roteño Rafa Márquez, también se lo ha reservado Juan Espadas. El tres estará ocupado por la
pizarrista Rocío Arrabal. Y el cuarto, que no tiene garantizado escaño a tenor de las encuestas, será para el
reconocido susanista Fernando López Gil.
No solo eso. La composición de la candidatura, que ha trascendido durante la semana en los medios, ha abierto una
crisis con el PSOE de Jerez, que celebró su asamblea este viernes. Con una escasa participación, algo menos de medio centenar de militantes, frente a los 180 habituales, la reunión
finalizó sin votación ni propuesta de nombres y con una resolución con la que la agrupación expresó su malestar por la imposición de los miembros de la papeleta y que Jerez, pese a su peso, quede relegado al octavo puesto, con Israel Pérez. Éste, no obstante, consideraba, en declaraciones a VIVA JEREZ esta semana que
lo importante no es la cuota territorial, sino contar con los mejores.
