La pareja de Chiclana que
reclama a la Junta de Andalucía que le devuelvan a su hija, Paula, retirada hace un año y medio por considerar que no la atendían debidamente,
han pedido amparo al presidente del Gobierno autonómico, Juanma Moreno.
Lo ha hecho a través de una
carta firmada por la madre de la pequeña, Mila, quien lamenta que, “a pesar de todos los esfuerzos hechos, de los solos que nos hemos visto para
conseguir todo lo que nos pedían”, casa y trabajo, “pasan a decirme que
se me ha pasado el plazo y que mi hija va a ser adoptada, sin esperar a que se resuelva el asunto por los juzgados”.
En la misiva, Mila recuerda cómo
le “arrancaron” de sus brazos a la niña, de tres años ahora, a raíz de una visita al domicilio de los abuelos, donde vivía la pareja y la pequeña. Los servicios sociales del Ayuntamiento “nos advirtieron de que teníamos que retirar enseres y hacer una limpieza y nos dio quince días para gestionarlo”, pero al día siguiente
se la llevaron “con una violencia que no puedo ni relatar”, admite.
Una vez notificado el desamparo de la menor, comenzaron las
visitas durante las que no podía ni tocarla ni abrazarla. Cuando llegaron a juicio, se estimó que, habiendo mejorado la situación de la vivienda de los abuelos, no es suficiente. Pero la sentencia no es firme, advierte, y denuncia
“las barbaridades que “de mí y de mi familia” se dijeron en el juicio.
Además, informa a Juanma Moreno de que
su situación y la de su pareja han cambiado en los últimos meses. “Por parte de quienes nos asistían, nos dijeron reiteradamente que
teníamos que buscar una casa y un trabajo y lo hemos conseguido. Lo hemos hecho solos, sin ayudas”, remarca, mientras “la familia que acoge a mi hija está obteniendo ingresos por este hecho”.
“Sin embargo, señor presidente, a pesar de todos los esfuerzos, de lo solos que nos hemos visto para conseguir todo lo que nos pedían, cuando ya lo teníamos todo, cuando tengo un trabajo que me permite sostener a mi familia, y cuando tengo una vivienda para mi hija,
pasan a decirme que se me ha pasado el plazo, y que mi hija va a ser adoptada, sin esperar a que se resuelva el asunto por los juzgados”, denuncia.
Mila, que sostiene asimismo que “la manera de decirme que tengo que despedirme de mi hija
ha sido absolutamente inhumano y degradante”, pregunta a Juanma Moreno
“¿cuál es el plazo”. Y recuerda, al respecto, que la ley dice que “los menores pasen a adopción cuando no hay un
horizonte cierto de reintegración con la familia de origen”.
“Somos gente humilde”, reconoce, pero le hace notar a Juanma Moreno que, “en pleno confinamiento y con la situación que hemos tenido después, en plena pandemia, tener casa y trabajo
no ha sido un camino de rosas, pero no hemos desfallecido, porque siempre teníamos el faro de recuperar a nuestra hija presente”.
“La rabia que siento, señor presidente, -prosigue la carta-,
el desamparo, es tan grande que no creo que jamás nadie que no haya pasado por esto pueda imaginarlo. Hemos rogado, suplicado, que valoren nuestra nueva situación, que nos sigan dejando ver a nuestra hija, que se intente la reintegración familiar o que se espere,
al menos, que decidan los jueces, y todo han sido negativas”.
Por ello, Mila le pide a Juanma Moreno
“con un grito desesperado” que “intervenga directamente en el asunto, dado que nadie nos hace caso, nadie quiere atendernos, no encontramos más que
puertas cerradas”.
La Junta notifica el inicio de la adopción sin que haya sentencia firme todavía
La delegada territorial de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación, Ana Fidalgo, comunicó este viernes, por medio de una
carta depositada en el buzón del domicilio de una tía de Mila, la madre de Paula, el inicio del procedimiento para la constitución de la guarda con fines de
adopción de la pequeña. La abogada de la pareja, Tamara Huelga, ha lamentado la decisión del Gobierno autonómico y recuerda que, por un lado, la ley dice que los menores
pasarán a adopción cuando no hay un horizonte cierto de reintegración con la familia de origen, cuando en este caso,
la situación personal de los progenitores ha cambiado ostensiblemente tras conseguir una vivienda propia, en régimen de alquiler desde el mes pasado, y trabajo.
Por otra parte, recuerda que
estas nuevas circunstancias han sido comunicadas al juzgado, pendiente de resolver el recurso contra la sentencia provisional dictada a principios de este año que respaldaba la declaración de desamparo. Del mismo modo, la abogada
ha tratado de contactar con los servicios jurídicos de la Junta, pero no ha sido posible. Huelga, que teme que la resolución tarde aún bastante, considera que, por tanto, hay que mantener el régimen de visitas y el vínculo entre la menor y sus padres y frenar la adopción.