Plaza del Pósito

Recuperemos las calles

No hay que remontarse muy lejos para recordar la calle como un gran espacio donde se cumplía la parte más importante de nuestro proceso de socialización...

Publicado: 24/09/2019 ·
12:52
· Actualizado: 24/09/2019 · 12:52
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Autor

Santiago Donaire

Santiago Donaire es un histórico militante socialista de la provincia de Jaén comprometido con su tierra

Plaza del Pósito

La actualidad política y social narrada en este espacio desde la experiencia de un librepensador

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No hay que remontarse muy lejos para recordar la calle como un gran espacio donde se cumplía la parte más importante de nuestro proceso de socialización. En ese territorio aprendíamos los juegos, la sexualidad, la solidaridad, la rivalidad… Lo compartíamos por la noche con los mayores que conversaban sentados en una silla a la puerta de casa, mientras la chiquillería jugábamos a pillar y escondernos. Con el tiempo, perdimos aquel espacio que durante siglos fue nuestro; le pusieron aceras y las calzadas nos las quitaron para cedérselas a los coches.

A los niños nos confinaron en las casas y cuando salíamos a la calle lo hacíamos bien agarrados de las manos (¡no te sueltes!). Perdimos el escenario y además comprometieron la salud de todos, con humos y ruido. Lo peor: que lo vendieron como progreso. En las grandes ciudades se le podía dar alguna explicación, por eso de las distancias, pero en las nuestras, más pequeñas, nos lo vendieron como una falsa modernidad, un quiero y no puedo, como la mediana del Gran Eje imitando un bulevar parisino.

Desde 1999, la UE celebra la Semana Europea de la Movilidad con el ánimo de recuperar parte del espacio perdido. Esta semana pasada he podido participar en Bruselas en la cita anual, que en todo el continente se ha celebrado bajo el lema ¡Camina con nosotr@s!, incluyendo el evento La ciudad sin coche que nos recuerda los problemas asociados al tráfico rodado en unas ciudades cuyo desarrollo, para merecer tal calificativo, debe ser compatible con la calidad de vida.

En Jaén, que tiene la misma población que hace 20 años, que decrece hoy y que va a seguir haciéndolo, es un dislate la utilización que hacemos del coche. Aunque la mayoría seguimos desplazándonos a pie, parece que se han empeñado en hacernos coger el coche a base de crear distancias donde no las había. En una ciudad compacta y sin crecimiento de población, actuaciones como sacar el campo de futbol fuera, hacer el Jaén Arena en IFEJA, la pretendida ciudad sanitaria alejada, los intentos de trasladar la estación intermodal a 5 km o el Jaén Plaza, solo generan desplazamientos que rompen la ciudad. Porque el mejor transporte, el más sostenible, es el que no es preciso hacer.

Vemos algunas señales de esperanza, como las noticias de la futura puesta en funcionamiento del tranvía, la nulidad del contrato de los lentos y contaminantes autobuses urbanos, la implantación de una peatonalización negociada o los aparcamientos disuasorios. Medidas a las que habría que añadir la construcción de carriles exclusivos para bus, la racionalización de la zona azul, una decidida apuesta por la electrificación del transporte público y el fomento de la bicicleta eléctrica (¡no hay ni un aparcamiento de bicis!). Y, sobre todo, parar la innecesaria expansión urbanística mediante una planificación del urbanismo y del transporte. Solo así nos moveremos en el buen camino de otra movilidad.

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