Sevilla tiene un dolor especial

Publicado: 01/02/2021
Autor

Rafael Sanmartín

Rafael Sanmartín es periodista y escritor. Estudios de periodismo, filosofía, historia y márketing. Trabajos en prensa, radio y TV

Patio de monipodio

Con su amplia experiencia como periodista, escritor y conferenciante, el autor expone sus puntos de vista de la actualidad

VISITAR BLOG
El que producen las heridas. Sevilla tiene los tres barrios más pobres de España. Sevilla no es una ciudad especialmente conflictiva en lo social, su incidencia
El que producen las heridas. Sevilla tiene los tres barrios más pobres de España. Sevilla no es una ciudad especialmente conflictiva en lo social, su incidencia delictiva es proporcionalmente baja, pero con el mayor nivel participativo del Estado. Entre el pueblo y las autoridades ¿qué falla? El pueblo no. Bueno, sí: en la orientación de su voto. Sevilla necesita trabajo y vivienda, los dos sectores en que es más deficitaria. Ha perdido casi medio millón de habitantes emigrados al cinturón, desigual morfología urbana fundamentalmente orientada a Sur y Este, debido a las condiciones de vida y en especial a los precios de la vivienda, no contenidos, ni ganas de contenerlos, por ninguna Administración.


Lo que da valor añadido, crea riqueza y empleo es la industria. Ni el turismo ni la construcción, que no pasan de complementos pese a sus valedores. Al revés, los precios de venta y alquiler lastran la economía al crear burbujas que salpican a todos. La especulación, contra lo que defienden los especuladores, no ayuda a progresar. Si acaso ayuda a concentrar, a acrecentar la pobreza. El mundo capitalista, basado en el intercambio, en la compra-venta, se está traicionando. Se auto fagocita desde el momento que centró el beneficio en el ahorro. El ahorro en personal, por ejemplo -y de esto la banca sabe más que nadie- ha supuesto beneficio para media docena de grupos económicos. Y una gran deuda a sostener por el resto. Dejar la invención para los demás ha provocado falta de recursos propios. Y por tanto hándicap para la formación de una industria competitiva. En general las fusiones y absorciones crean grupos más grandes para su propio beneficio y para el perjuicio general. Las concentraciones, se pueden medir sus resultados, han venido para empobrecernos.


No obstante hay ciudades con unos valores intrínsecos, propios, que las hacen atractivas al mundo. Y eso significa la posibilidad de obtener turismo de calidad -todo lo contrario del especulativo de los “tourist apartment”- e inversiones. Las inversiones hay que atraerlas, más obvio imposible. Y el turismo de calidad, también. ¿Dónde están las acciones por parte de la Administración local, autonómica y estatal, y de los sectores implicados? Atraer turismo e inversiones es mucho más que acudir a las ferias de Madrid y Frankfurt. Muchísimo más. Un gobierno municipal no debe ser, no debe, ser un órgano inactivo, figurón, buscando méritos aparentes para ganar otros cuatro años de poltrona y sueldazo. Deberían comprender que la mejor forma de ganar crédito es mostrar y demostrar eficiencia que, como el movimiento, se demuestra moviéndose. Aprovechando las posibilidades que se empeñan en desconocer. Por ejemplo las orillas del río, las fiestas, la alegría natural. Y la extensión de una conurbación que debe abandonar su complejo de pequeñas y aisladas unidades independientes, ajenas a las del lado, porque les guste o no, lo entiendan o no, Sevilla es una conurbación de millón y medio de personas. Aunque por la dejadez de cuarenta ayuntamientos, empezando por el de la capital se nieguen a aprovechar sus sinergias.

© Copyright 2024 Andalucía Información