Se acabaron los David, para que sirvan los gestos. Quitar sucesiones, que grava a los ricos. Qué plumero. Los unos abrieron la caja de los truenos a los hunos que son “los otros”. La honda resultó ser un Tomahawk australiano, sacaron en procesión a Santiago Ycierraespaña -Serrano pinta menos que un comentarista no adepto, salvo en su ansia de venganza- y lo hicieron árbitro de la situación y a su pretensión de entrar en la Autonomía andaluza para cerrarla. Y perder los doce diputados, todo sea por “el bien de la patria”. Vaya “patria”. ¿querrá hacernos apátridas? Pues el “árbitro”, compañero de los jugadores, no mediador ni señalador de faltas, encantado con su política de gestos. “Vamos a contar m…” ¡uy, qué descuido! Vamos a bajar impuestos. Política de gestos que encanta al árbitro, pese a su determinación en otros asuntos; claro, lógico en tanto marcan distancia con la todavía administración anterior. En este caso no habrá desgobierno, no hacen falta mayorías absolutas cuando es tan fácil olvidar las diferencias tácticas para ir a lo práctico. Que la derecha siempre se junta, incluso sin escrúpulos a los ultras mientras sean de su signo. Considerable diferencia con quienes dicen ser de izquierdas, siempre a la greña. Eso es historia pero no sólo es historia. Ojalá.
Así que el CIS -a alguien habrá que culpar- modelo de rigor según el partido, mete miedo con un fantasma y en vez de miedo sugiere cobijarse entre sus sábanas. Inestimable la ayuda de quienes, desde algunos medios, se han hecho “voxeros” para subir a doce los defensores del “Imperio”, que en vez de meter en cintura al díscolo Tio Sam, cabe en la hebilla de su cinturón. ¿Este es el “imperio” recuperado? Como no puede ser, y lo que no puede ser es imposible, habrá que reconstruirlo en la misma península ¿para qué ir más lejos? Temblad, andaluces, vais a creer en un cambio al revés, y cambiar de lo malo a lo peor. Pasó aquel tiempo en que tres periodistas directores movilizaron a todos los medios de comunicación de Andalucía, en pos de Andalucía. Hay que ser “moelnos” y lo moelno es acusar de gastosa y corrupta a la Comunidad, como si la Comunidad, y no las personas, tuviera brazos para gastar y bolsillos para llenar. Decidieron entonces, que la Comunidad andaluza debe ser disuelta por su mala administración. Veamos, almas de cántaro ¿cuántos litros, no, cuantos hectómetros cúbicos precisaría entonces España?
Almas de cántaro, no. Espíritus del medievo sin representación en cortes. Cortes los de manga para el Estatuto de Autonomía, derogación de hecho ya comenzada: política de gestos decidida en Madrid. ¿Y el futuro Parlamento de Andalucía? ¿Y el futuro y presunto presidente? ¿Le importa su posible cargo, o le basta con el sillón, el sueldo y el fardeo? Porque le están haciendo el trabajo, no los representantes elegidos, sino los dirigentes de sus partidos, dando una prueba tangible del nulo respeto que le merecen Andalucía, sus instituciones y sus votantes. Nada queda de aquel apoyo mediático del 4D y el 28F, ahora todo es loor al centralismo. Evidente en los hechos, pero el fin no justifica los medios: defiendan el programa, pero no nieguen que es de ultraderecha.
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