Que güay, ¿no?! Ya podemos soltar lastre, es decir, complejos. Uno de los grandes museos del mundo se interesa por nuestra cultura. Como aquí sólo nos valoramos según nos permitan desde fuera… Dónde es necesario irse a “Jolibud” para triunfar en el cine, a “Niuv Yor” para triunfar en ingeniería, o a Centroeuropa para triunfar contra el hambre, que se valore nuestro pasado sí que parece un triunfo. O, simplemente, el permanente pecado cultural de valorarnos en función de cuanto nos valoren. ¡Qué lástima, no podamos conseguir también que se valore nuestro presente! Para eso harían falta menos andaluces en Centroeuropa. Y en USA. Y en Cataluña. Y más en Andalucía. Pero eso sí que es una utopía, con la calidad de los dirigentes que nos ha tocado sufrir.
Negarse a permitir que el tesoro de El Carambolo saliera de Sevilla, costó un disgusto al Alcalde Rojas-Marcos, por el “dignísimo” rebote de un prestigioso joyero madrileño. El buen hombre se sintió insultado, vejado, agredido. Pero su enfado no consiguió mover el tesoro de su lugar. Quienquiera clonarlo, podría venirse con su fundición y disfrutar unos días del sol sevillano. Pero ahora es un prestigioso Museo neoyorkino quien lo pide, y no está bien desaprovechar tanto honor. Aunque siempre será mejor la honra que los barcos, al final ocurre que la abundancia de barcos suple a la honra. Es la conclusión de las grandes potencias.Que no es la misma de mantener el honor. El“honor” no debe costar tesoros. Esa fue la conclusión de Rojas-Marcos cuando impidió que saliera el de El Carambolo.
Otra cosa es la carambola que haría el Museo Nacional, o el Prado, o el de la madre que los (etc.), si el Tesoro sale de Sevilla y se pierde en el viaje de ida, como se perdió en el de vuelta el cuadro de la Inmaculada. El Museo Nacional y otros, están repletos de joyas sustraídas (“sus llevadas”, que diría el ciclista del chiste), de Andalucía. Obras, desde los leones que adornan la entrada del Palacio de Las Cortes, al jabalí de ocho patas de Ronda o el soldado ibérico de Osuna, para enriquecer a quien no corresponde. Sólo de Osuna son varios cientos los objetos sustraídos para enriquecer Museos capitalinos, dónde, según defensores del recalcitrante centralismo “son ya de toda España”. Grave peligro de la idea defendida, porque si, para ser “de toda España”, el Patrimonio tiene que estar en Madrid, están negando la españolidad de Andalucía. Apología del españolismo vuelta contra sí mismo. Es que no piensan. Si el ejemplo a seguir es el de los piratas de su “Graciosa Majestad”, mejor es reconocerlo.
Pensemos que el Metropolitan de Nueva York sea más honrado que el Prado y devuelva las piezas del tesoro tal y como las reciba, si finalmente las recibiera. También es cierto que, si en el Arqueológico se expone una copia, allí podría llevarse otra y el Tesoro no correría el tan alto y latente peligro de cruzar el Atlántico. Una responsabilidad que debería llevar a la Junta a defender nuestro Patrimonio en vez de intentar disponer de lo que no es propietaria. Mejor harían en mostrar interés en el Patrimonio cultural de Andalucía. Incluido el de Sevilla, que también es Andalucía, por más que se esfuercen en olvidarlo.
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