Palabras en Libertad

Las mujeres, por encima de la política

Es tiempo de crítica generalizada y de constatación de que la sociedad está más viva que la mortecina esclerosis del discurso en los escenarios del poder

Publicado: 01/05/2018 ·
12:59
· Actualizado: 01/05/2018 · 12:59
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Autor

Rafael García Rico

Rafael García Rico ejerce como Director de Irispress Magazine. Ex Diputado en el Congreso.

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Leyendo la prensa parece que asistimos más a un sucedáneo de la política que a la política misma. Es tiempo de personajes menores, de ideas banales y de esfuerzos intelectuales baldíos. Digamos que el ejercicio público de la democracia ha sustituido claramente la incompetencia del poder, siendo este, el conjunto de los poderes, judicial, ejecutivo y legislativo.

El último ejemplo ha sido la sentencia del juicio a la repugnante Manada, una banda de delincuentes condenados por abusos sobre una chica de 18 años y de los que hay constancia audiovisual de haber hecho algo similar en el pasado inmediato.

Ante la sentencia condenatoria, pero en unos términos de abusos, la sociedad civil se ha incendiado anticipándose a las declaraciones verbales y aburridas de los mismos protagonistas de la política de siempre. Las calles se han llenado, como lo hicieron el ocho de marzo, de mujeres que reclaman el papel que les corresponde en una sociedad moderna del siglo XXI.

Aún pendientes de las andanzas extraescolares de Puchi, la realidad de un sentimiento de indignación sobre un colectivo que refleja más del 50% de la sociedad, dejan en evidencia que la justicia va por detrás de la realidad, que se legisla por detrás de esa misma realidad, que los políticos reaccionan a la mismísima realidad de la que hablamos, tarde, raro y mal.

Sí es tiempo de crítica generalizada y de constatación de que la sociedad está más viva que la mortecina esclerosis del discurso habitual en los escenarios del poder. Y además es tiempo de poner a todos en el mismo saco, lamentablemente. No solo al PP y al PSOE – que eso ya lo hace Sánchez en asombrosa e inquietante entrevista en el diario El Mundo, pegándose el ya tradicional tiro en el pie del político lenguaraz –sino también a Ciudadanos y a Podemos.

Los morados, morados de los golpes recibidos por la pasmosa foto de tres de sus machos alfa determinantes sobre un contumaz ‘Nosotras’, exhibiendo su unidad después de ‘dar boleto’ a dos de las mujeres que han asomado la cabeza en los últimos meses. Bescansa y Ruiz Huerta, ‘martilla de herejas’ contra Cifu, la mujer en caída libre.

Y los naranjas, en la misma inopia circunstancial en la que se quedaron el ocho de marzo hasta bien entrado el día, cuando se colocaron lacitos, incapaces de entender, aún, el impresionante empuje civil de las mujeres y de muchísimos hombres – con hijas o sin ellas, que las acompañan-.

Ajenos los políticos-sucedáneos a la realidad solo basta decir que el ministro Catalá ha resultado ser el más solvente. Ahí es nada.

De los de Jueces y Juezas, o viceversa, por la Democracia mejor ni hablamos. Debajo de los sucedáneos siempre puedes toparte con algo aún peor. Pues eso.

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