El pasado 24 de marzo fallecía Johan Cruyff, víctima de un cáncer. Un mes atrás, el legendario jugador y entrenador holandés, declaraba: “Creo que voy ganando al cáncer por 2-0”. Para desgracia de todos los que admiramos su elegancia, su personalidad y su forma de entender el deporte rey, la noticia nos ha llenado de tristeza.
Y traigo a colación al genial capitán de aquella inolvidable “naranja mecánica”, tras la lectura de “Duelo aéreo” (Bruño. Madrid, 2016) un nuevo volumen de la colección Dan, el genio del gol. Su autor, Gerard Van Gemert -creador también de las series Futbolmanía y Mini Futbolmanía-, alcanza con esta su quinta entrega.
Nacido en 1964 en Weesp, el autor holandés confesaba en una entrevista: “En ningúncaso la temática del fútbolresulta superficial en el estrictosentido de la palabra. A muchosniños y niñas les encantaestedeportey noestán tan acostumbrados a leer porquepasanmuchashoras al día con el ordenador. Esunbuencomienzoporque les acerca a lo que les gusta”
Y no le falta razón a Van Gemert, porque si bien el hilo conductor de estas historias es el fútbol, tras ellas hay una atractivo universo de aventura, de misterio y de amistad, que harán gozar a grandes y pequeños.
“El nuevo equipo” fue el primer título de esta colección y en él se daba cuenta de las dificultades que tenía Dan al mudarse con su madre desde su pueblo a una pequeña ciudad donde no conocía a nadie. Tampoco en el nuevo equipo lo recibieron “con los brazos abiertos”, pero gracias a sus habilidades dentro y fuera del campo, a su simpatía y a la complicidad de su amiga Melisa…, las cosas irían cada vez mejor. “Fútbol de primera”, “El mejor compañero” y “Las chicas del equipo”, han precedido a este “Duelo aéreo” que me ocupa.
Esta vez, Dan, al que ya todos apodan el Pichichi, tendrá que enfrentarse a un duro contratiempo. Su profesor de Educación Física y entrenador, se rompe una pierna y no puede entrenarlos de cara al torneo que va a celebrarse. Gracias a la insistencia del propio Dan y a la ayuda de su colega, Remy, ambos amigos serán capaces de convencer a Bill, un hombre gruñón y con aspecto de vagabundo que suelen ver en el parque, para que se convierta en el flamante y exitoso entrenador. Todo ello, gracias a que el papá de Dan, le hace saber a su hijo, que Bill fue en su día una gran futbolista y que, sólo la complejas vicisitudes que tuvo que afrontar en su pasado, le hicieron renunciar a su carrera.
La agilidad de la prosa de Gerard Van Gemert, el propicio ritmo narrativo que lleva implícito el relato, unido a las precisas ilustraciones de Mark Janssen y la certera traducción de Marta Arguilé Bernal, conforman un volumen muy entretenido y recomendable.
“El fútbol me ha dado todo en la vida”, repitió en muchas ocasiones Johan Cruyff. A buen seguro que, también a él, estas páginas futboleras escritas por su compatriota, le hubieran procurado “vida” y diversión.