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Francia obligará a vacunarse al personal de residencias si no lo hacen más

Ante la baja proporción de los que se han inmunizado y el riesgo que eso supone para las personas mayores y dependientes

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  • París. -

El Gobierno francés obligará a vacunarse al personal de las residencias si no lo hacen por iniciativa propia, ante la baja proporción de los que se han inmunizado y el riesgo que eso supone para las personas mayores y dependientes en caso de repunte epidémico.

El ministro de Sanidad, Olivier Véran, dijo este jueves en una entrevista al canal BFMTV que la vacunación de ese personal la considera "indispensable, una cuestión ética".

"No hay nada que justifique que no se vacunen", subrayó el ministro, que advirtió de que "si no mejora" el porcentaje de los vacunados entre esos profesionales "plantearemos la obligación".

Hasta ahora han recibido al menos una dosis poco más de la mitad de los trabajadores de las residencias, una proporción incluso inferior a la de la población general -hizo notar Véran-, cuando son uno de los grupos prioritarios que podían vacunarse desde una fase más temprana.

El ministro indicó igualmente que el Ejecutivo está trabajando en "un protocolo sanitario" para que las discotecas -que llevan cerradas desde la primera mitad de marzo de 2020- puedan reabrir este mes de julio.

El próximo día 21 está previsto que se conozcan más detalles sobre en qué condiciones podría llevarse a cabo esa reapertura.

Según Véran, se está planteando la posibilidad de que para poder entrar sea necesario el certificado sanitario, que ya es imprescindible en Francia para los eventos en los que se concentran más de 1.000 personas.

A partir de hoy, ya no es obligatorio llevar mascarilla en la calle en Francia, ni en general en los espacios exteriores (como los patios de recreo en las escuelas), aunque hay algunas excepciones, como recordó el ministro.

Se tiene que seguir llevando, por ejemplo, en algunas calles muy concurridas, cuando se está haciendo cola en el exterior de una tienda y no se puede mantener una distancia de seguridad, o cuando se está en una tribuna a menos de dos metros de otra persona.

También la tienen que continuar llevando los camareros aun cuando sirven en las terrazas. 

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