Birmania (Myanmar) recuperó al menos temporalmente la conexión a internet, bloqueada durante más de 24 horas por el gobierno militar, mientras continúan en Rangún las manifestaciones en rechazo del golpe de Estado.
"El servicio de internet ha sido restaurado", indicó en Twitter la operadora Telenor Myanmar, que ayer expresó su rechazo con la imposición de las autoridades aunque acató la medida.
Un corresponsal de Efe pudo confirmar sobre el terreno que la red volvía a estar operativa y miles de usuarios se lanzaron a las redes sociales para publicar que su conexión volvía a estar disponible.
El portal de seguimiento Netblocks, con sede en Londres, indicó en su última actualización que Birmania registra "una restauración parcial en la conectividad a internet", aunque precisó que "no está claro si la restauración se mantendrá y las redes sociales permanecen bloqueadas".
Sigue vigente por lo tanto la censura ordenada por los uniformados contra Twitter y Facebook, aunque muchos usuarios logran burlar las restricciones a través de programas VPN (Red privada virtual).
Este domingo, por segundo día consecutivo, miles de birmanos salieron a las calles de Rangún, antigua capital del país, para exigir al Ejército, que el lunes tomó el poder en un golpe de Estado incruento, el regreso a la democracia y la liberación de las personas detenidas durante la asonada, entre ellas la nobel de la paz y depuesta líder del gobierno democrático, Aung San Suu Kyi.
Las manifestaciones, donde predomina el color rojo que identifica al partido Liga Nacional para la Democracia (LND) de Suu Kyi, discurrieron desde varios puntos de la urbe, entre ellos en la Universidad de Rangún, hasta concentrarse cerca de la Pagoda Sule, el monumento más representativo del país.
El Ejército, que alega un enorme fraude electoral en las elecciones de noviembre -donde arrasó la LND-, solicitó el sábado el corte de internet para evitar la divulgación de "noticias falsas" y para mantener la "estabilidad" del país.
Desde la asonada al menos 152 personas continúan detenidas, entre ellas dos sentenciadas a dos años de cárcel por cargos que no han sido precisados, mientras que las autoridades han puesto en libertad a otras 12 personas que habían sido detenidas durante el golpe, apuntó anoche la Asociación de Asistencia para Prisioneros Políticos
A pesar de la celebración de elecciones y el proceso iniciado en 2011 en Birmania hacia una "democracia disciplinada", como la denominan los uniformados, el Ejército mantenía todavía un amplio control sobre los aspectos políticos y económicos del país.
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