A pesar de que la pandemia de la COVID-19 da señales de estabilizarse y de dar tregua en países como Perú, Colombia o Bolivia, la falta de datos y el subregistro de casos obligan a ser prudentes con el optimismo en la región, epicentro de la pandemia desde mayo.
América sigue siendo la región más devastada del mundo por la pandemia y, de hecho, 6 países del continente se ubican entre los diez primeros del mundo en número de casos: Estados Unidos, la nación con más infectados y muertos, seguido de Brasil, Perú (5), Colombia (7), México (8) y Argentina (lugar 10).
Los números siguen avanzando y no se ven señales de contención de la pandemia, con Estados Unidos que superó la barrera de los 6 millones de casos y unos 185.000 fallecidos. La India casi alcanza a Brasil en el número de casos, el segundo país hasta ahora en el ránking.
DATOS QUE FALTAN
En Bolivia, el descenso de casos diarios de COVID-19 no cuadra con las muertes registradas al día, que se mantienen altas en proporción a los contagios reportados y que han llegado a sobrepasar el centenar.
Así, el miércoles pasado se contabilizaron no más de 661 contagios pero se informó de 102 pacientes fallecidos, algo que no se ha visto "en ninguna parte del mundo" y cuando se está esperando una "plena subida" de casos positivos, aseguró a Efe el asesor del Ministerio de Salud boliviano René Sahonero.
Colombia, que vive desde el 1 de septiembre la reapertura de su economía, con bares y restaurantes abiertos en Bogotá desde este jueves, también sigue una tendencia a la baja. Las autoridades de salud colombianas informaron hoy de 8.488 casos nuevos de coronavirus y 270 fallecidos, lejos de los 400 que se reportaron en el pico de la pandemia.
Aun así, Colombia oscila entre las 30.000 y 22.000 pruebas diarias, como esta semana, donde hubo tres días en los que se situó por debajo de los 25.000 test procesados.
Además, las autoridades diferencian los casos “reportados el día de hoy” y “los casos reportados de días anteriores” que son la mayoría, por lo que no se tiene un registro inmediato de las muertes de esa jornada.
Mientras tanto, en Venezuela, que reportó ayer 994 casos nuevos de COVID-19 y 4 nuevas muertes, los datos son un arma arrojadiza entre el Gobierno de Nicolás Maduro y la oposición.
Así, el número total de muertes que reporta el Gobierno de Nicolás Maduro, unas 402 desde que empezó la pandemia, contrasta con el que ofreció el lunes la oposición venezolana, que cifró en, al menos, 778 los fallecimientos por la acción de la COVID-19 en el país.
México estuvo también en el centro de la polémica al señalarse un subregistro en sus datos. Entre marzo y junio hubo en México un 54,5 % más muertes que la media de años anteriores y el exceso de mortalidad este año es de al menos 71.315 personas, una cifra mucho mayor a los decesos registrados por la COVID.
Eso hace pensar que el país gobernado por López Obrador, que llegó ayer a los 616.894 casos confirmados y a 66.329 muertos por coronavirus, no cuenta con una fotografía completa de la pandemia.
BRASIL, PERÚ Y CHILE SE ESTABILIZAN
Brasil venía registrando un promedio de más de 1.000 muertos diarios desde finales de mayo, pero la pandemia parece dar señales de estabilización en el país, que llegó a registrar cinco jornadas consecutivas por debajo del millar de fallecidos diarios en los últimos días.
El segundo país del mundo más castigado por la pandemia rebasó ayer los cuatro millones de casos confirmados, con 43.773 nuevos contagios y 834 nuevos decesos.
Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil y que llegó a ser uno de los principales epicentros de coronavirus del país, completó este viernes un mes con caídas en el número de muertes por la COVID-19.
En Perú, pese a estar aún en medio de una gran oscuridad, comienza a verse cierta luz al final del túnel, con datos esperanzadores, sin que se pueda encontrar fácilmente una relación de causas y efectos que no pase por la posibilidad de que la enfermedad esté siendo menos virulenta o que la población haya superado cierto punto de contagios que complica la reproducción del virus.
Con una cifra media de nuevos contagios semanales en julio y agosto que casi duplica los registrados en mayo o junio, el número de muertos diario no solo no ha seguido estable, sino que ha caído significativamente. Del mismo modo, los hospitales no solo no se vieron desbordados, sino que han visto disminuir su ocupación.
El optimismo también ha llegado a Chile, donde el 30 % de los casos detectados son asintomáticos que no presentan problemas de salud y reflejan una disminución de la ocupación de camas de Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) a nivel nacional”, dijo el ministro de Salud, Enrique Paris.
PREOCUPACIÓN POR ARGENTINA Y EL CARIBE
En Argentina la pandemia sigue descontrolada, con 12.026 contagios nuevos de COVID-19 ayer, lo que representó un nuevo récord de positivos diarios desde que comenzó la pandemia, que ya ha dejado 451.198 afectados por la enfermedad en el país.
El Ministerio de Salud confirmó además el fallecimiento de 245 pacientes de coronavirus en las últimas 24 horas, por lo que las defunciones totales causadas por la COVID-19 son 9.361 hasta el momento.
En el Caribe los casos siguen en aumento. Cuba sumó este viernes 52 nuevos casos de coronavirus -28 autóctonos y 24 importados- y elevó a 677 los pacientes activos en la segunda ola de contagios, a pesar de que la Habana registró una caída de contagios, de 69 a 14.
La República Dominicana registró 36 muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, un nuevo récord diario y Surinam, Bahamas y Jamaica cierran una semana con subidas de contagios y muertes.
¿UNA VACUNA EN OCTUBRE?
Los países del continente están moviendo ficha para conseguir una vacuna lo antes posible, sobre todo Estados Unidos, que trabaja bajo la presión de los comicios electorales del 3 de noviembre. Así, el presidente Donald Trump confió ayer en que su país pueda empezar a distribuir una vacuna de la COVID-19 para “finales de octubre”.
Por otro lado y a pesar de las dudas que suscitó la vacuna Sputnik V desarrollada por científicos rusos, México, Venezuela y Brasil anunciaron que buscarán participar en la fase 3 de su desarrollo el mes próximo, luego que las autoridades sanitarias de cada país aprueben su uso.
Cuba anunció también que prueba su primera candidata a vacuna contra la COVID-19 en un segundo grupo de 20 voluntarios, esta vez de entre 60 y 80 años, antes de comenzar la segunda fase del estudio clínico a finales de octubre, informaron ayer medios oficiales.
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