En su intervención en el debate de totalidad del proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2010, Salgado volvió a defender la subida de impuestos que incluyen estas cuentas, un alza “moderada” sobre el gravamen del consumo y del ahorro que, en su opinión, no tiene por qué afectar a la actividad económica.
“Si queremos hacer lo que no podemos dejar de hacer es necesario aumentar los ingresos”, argumentó Salgado, para quien esta subida tributaria está “ligada a un momento y a una situación concreta” y va acompañada de la necesaria austeridad en el gasto.
Con el alza impositiva, continuó, el Gobierno da “un paso” para avanzar en el objetivo de consolidación fiscal, después del “notable impulso” que se hizo con las medidas de estímulo ante la crisis, que en el caso de España han supuesto un esfuerzo del 2,3% del PIB, el mayor de toda la zona euro.
La ministra de Economía y Hacienda insistió en que lo peor de la crisis ha pasado y el Producto Interior Bruto (PIB) español volverá a registrar crecimientos intertrimestrales en el primer semestre de 2010, a pesar de que en el conjunto de ese ejercicio seguirá habiendo caída económica y destrucción de empleo.
En su discurso, que duró poco menos de una hora, Salgado insistió en que la recuperación “no está exenta de riesgos”, y en los próximos meses sus “síntomas” convivirán con la “continuación de los efectos negativos de la crisis”, especialmente los que afectan al empleo.
Añadió que “ha llegado el momento” de preparar la “estrategia de salida” e ir retirando las medidas de estímulo, aunque esto debe hacerse “sin prisa” porque la recuperación “tardará en reflejarse en la creación de empleo neto”.
Así, recordó que el año que viene, en que se espera una caída económica del 0,3% –frente al 3,6% estimado para este año–, seguirá destruyéndose empleo aunque en menor medida, un 1,7% según las previsiones del Ejecutivo.
Además, Salgado admitió que no bastará con la retirada gradual de las medidas de estímulo, porque la crisis va a tener un “efecto duradero” en diversos ámbitos económicos, entre los que destacó el inmobiliario, y eso provocará una “merma estructural” de las cuentas públicas.
Ese déficit estructural, agregó, tiene que eliminarse “en el medio plazo”, por lo que emplazó a las demás administraciones a hacer también un esfuerzo de austeridad.
Recordó en este sentido que el Estado sólo gestiona una quinta parte del gasto público y por eso las administraciones locales y autonómicas deben asumir su parte de responsabilidad en ese reequilibrio.
En cualquier caso insistió en que ya se perciben importantes mejoras, entre las que destacó la de la competitividad de la economía española en el exterior, con la mejora de sus exportaciones y la progresiva recuperación de sus principales socios comerciales.
Salgado insistió en que la política económica del Gobierno tiene como objetivo estimular dicha recuperación, proteger a los más vulnerables y comenzar a construir la “nueva economía”, un nuevo modelo de crecimiento más productivo y menos dependiente de la construcción.
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