Soldados del Ejército de Sudán dispararon hoy al aire para evitar que las fuerzas de seguridad del Estado dispersaran una manifestación frente al cuartel general de las Fuerzas Armadas, informaron a Efe testigos.
La intervención militar provocó la retirada de las fuerzas de seguridad que trataban de dispersar a los manifestantes, que llevan dos días instalados frente a la sede del Ejército.
"Las unidades militares protegieron a los que participaban en la sentada, después de la intervención de las fuerzas de seguridad para dispersar la protesta por la fuerza", dijo a Efe el activista Ali Ibrahim, miembro de la Asociación de Profesionales de Sudán, un sindicato opositor que está al frente de las manifestaciones, que estaba en el lugar de los hechos.
Según Ibrahim, más de 50.000 manifestantes están concentrados frente a la sede del Ejército.
El activista aseguró que no van a dejar el lugar "hasta que renuncie Al Bashir y forme un Gobierno transitorio que lleve al país a una etapa nueva".
La Asociación de Profesionales afirmó en un comunicado que decenas de miembros de los cuerpos de seguridad trataron de desmontar la sentada desde varios puntos "por la fuerza" y fueron "enfrentados" por unidades del Ejército.
El Comité Central de Médicos de Sudán, un sindicato opositor, informó de que hay "muchos heridos" después de que "las fuerzas del régimen usaron munición real" en las inmediaciones de la sede del Ejército.
El sindicato pidió a los médicos que se dirijan al hospital Royal Care, para reforzar los servicios en ese centro, adonde se están trasladando a los heridos.
Las protestas se desataron en Sudán el pasado 19 de diciembre y se han producido con frecuencia diaria desde entonces, aunque en las últimas semanas se había reducido su intensidad, en especial desde la entrada en vigor del estado de emergencia decretado el 22 de febrero por Al Bashir.
El pasado sábado se celebró la mayor manifestación hasta la fecha, coincidiendo con el aniversario de la revolución del 6 de abril de 1985, que dio paso a un periodo democrático de cuatro años.
Desde el sábado los manifestantes no han abandonado las calles de Jartum, a pesar de que las fuerzas de seguridad han usado la fuerza, y en ocasiones munición real, para dispersarlos.
Al menos seis personas han muerto y decenas han resultado heridas desde el pasado sábado por la represión violenta de las manifestaciones, según el Comité Central de Médicos de Sudán.
Desde el comienzo de las protestas hace más de tres meses, más de medio centenar de personas ha fallecido en la represión violenta y al menos un millar han sido detenidos, según los activistas y opositores.
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