El informático alemán Kim Dotcom, requerido en Estados Unidos por presunta violación de los derechos de autor, anunció hoy que ha pedido que el expresidente estadounidense Barack Obama testifique en su juicio en Nueva Zelanda.
Dotcom fue detenido en enero de 2012 en su residencia a las afueras de Auckland junto a tres exsocios durante un vasto operativo orquestado por el FBI contra la piratería informática que llevó al cierre de su portal Megaupload, la congelación de sus cuentas y la incautación de sus bienes.
El empresario, que afronta un proceso de extradición a EEUU, presentó el lunes una petición ante el Tribunal Superior de Auckland para que Obama preste declaración durante la visita que realizará desde mañana hasta el viernes al país oceánico.
La petición hace referencia a la demanda que Dotcom presentó en enero contra el gobierno neozelandés por los daños causados por su detención, según indicó el informático en un comunicado en el que denunció "motivaciones políticas" en el proceso en su contra.
"La administración de Obama estaba presionada por Hollywood para que endureciera la aplicación de los derechos de autor o de lo contrario perdería su apoyo", dijo Dotcom en el comunicado.
"Éramos el objetivo perfecto: con éxito, notoriedad y con la base fuera de Estados Unidos", agregó.
Dotcom también acusó al gobierno neozelandés, liderado entonces por el conservador John Key, de haber ejercido presión política para facilitar su extradición y mantener una orden de arresto "ilegal".
El empresario se encuentra actualmente luchando contra su extradición, que ya fue ratificada por el Tribunal Superior en febrero de 2017 por 13 delitos, incluidos crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico.
Los abogados del informático argumentan que las acusaciones por violación a los derechos de autor que formula EEUU no son contempladas por las leyes neozelandesas, que solo permite la extradición si el caso también puede ser juzgado en el país oceánico.
También insiste en que el Ministerio de Justicia fue engañado cuando se emitieron las órdenes de detención en 2012, lo que, en su opinión, cuestiona la validez de todo el proceso.
Las autoridades estadounidenses creen que Megaupload, que llegó a tener 50 millones de usuarios, logró un beneficio de unos 175 millones de dólares (143 millones de euros) por supuestamente alojar material ilegal.
Hasta ahora, de los siete miembros de Megaupload imputados en EEUU solo ha sido condenado el programador estonio Andrus Nomm, al que se le impuso una pena de poco más de un año de cárcel en ese país, que ya ha cumplido, tras admitir que violó los derechos de autor.
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