El primer ministro del Líbano, Saad Hariri, que se encuentra de visita en Arabia Saudí, anunció hoy su renuncia al cargo de forma inesperada.
En una declaración a la televisión Al Arabiya, reproducida por televisiones locales y por la agencia oficial ANN, Hariri vertió críticas al papel de Irán en la región y al grupo chií Hizbulá, que forma parte del Gobierno que encabezaba hasta hoy.
Hariri afirmó que en Líbano se vive un clima "similar" al que precedió el asesinato de su padre, Rafik Hariri, muerto en un atentado en febrero de 2005 cuando era primer ministro.
En su discurso, afirmó que "donde va Irán es para provocar conflictos y destrucción" y sostuvo que la "injerencia" de Teherán en la región "muestra su resentimiento contra la nación árabe".
También acusó a Hizbulá, grupo apoyado por Irán, de "imponer un statu quo por la fuerza de sus armas".
"Digo a Irán y a sus seguidores que van a perder y que sus manos serán cortadas si perjudican a la nación árabe y el mal se volverá contra ustedes", afirmó.
A los libaneses, les auguró que conseguirán "vencer el tutelaje interno y externo" con la fuerza de su "determinación".
Hariri, líder de la coalición antisiria del 14 de Marzo, fue nombrado primer ministro el pasado diciembre para liderar un gobierno de "unidad" también integrado por Hizbulá, grupo del que siempre fue un férreo opositor.
Su renuncia se produce un día después de que recibiera en Beirut a Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, Alí Jamenei.
Tras esa reunión, Velayati afirmó que "Irán sostiene y protege la independencia, la fuerza y el Gobierno del Líbano", según un comunicado oficial del Ejecutivo libanés.
El primer ministro viajó hoy por sorpresa a Arabia Saudí en el segundo viaje que realiza a ese país en cinco días.