Doce personas fueron detenidas en la periferia de París tras una nueva noche de protestas a causa de la violenta detención policial de un joven el pasado día 2, por la cual cuatro agentes están imputados, uno de ellos por violación con una porra extensible.
Según la policía, desde que comenzaron los disturbios se han llevado a cabo más de un centenar de arrestos, 200 vehículos han sido dañados y más de 160 contenedores fueron incendiados en diferentes ciudades de la periferia norte de la capital.
La protesta ha ido ganando terreno y en la pasada noche se registraron también disturbios en localidades lejanas al epicentro de la misma, como Dijon.
Tras dos noches de cierta calma, las acciones violentas volvieron a incrementarse el pasado fin de semana, después de que trascendiera a la prensa el informe policial preliminar sobre la agresión policial del joven Théo, de 22 años, hospitalizado con un desgarro anal.
Según los investigadores, el vecino de Aulnay-sous-Bois fue víctima de una dura agresión, pero la presunta violación por la que un agente fue arrestado fue calificada como un hecho involuntario.
Una versión que no acaba de convencer en los barrios deprimidos del norte de París, donde temen que la policía quiera ocultar la realidad de los hechos, lo cual ha reavivado la protesta.
Los disturbios pueden encontrar nuevos argumentos en la información publicada hoy por el diario "L'Humanité", según la cual el comisario de Aulnay-sous-Bois ya había sido condenado en el pasado por haber ocultado una agresión policial en 2004.
La víctima fue amenazada entonces por los agentes de ser sodomizada con el aro de un tapacubos de coche, lo que provocó gran escándalo en el país.
La acción, señala "L'Humanité", fue grabada por los agentes, pero las imágenes fueron destruidas cuando la investigación interna trató de recuperarlas.
El que entonces era comisario responsable de aquella brigada fue condenado a un año de cárcel sin cumplimiento y a otro año de suspensión policial por "abstención voluntaria de comisión de delito".
Las autoridades francesas han multiplicado los llamamientos a la calma.
El presidente, François Hollande, que hace unos días visitó a Théo en el hospital, inaugura hoy un centro de integración de jóvenes en la periferia norte de París.