El presidente electo de EEUU, Donald Trump, buscó congraciarse hoy con uno de los sectores más dinámicos de la economía del país durante una reunión a puerta cerrada que reunió a los directivos de las firmas tecnológicas más importantes.
En una enorme mesa rectangular del piso 25 de la Torre Trump de Nueva York se sentaron todos, o casi todos los directivos de las empresas más representativas del sector, incluidas las que tienen la mayor capitalización bursátil, como Apple, Microsoft o Alphabet.
"Cualquier cosa que podamos hacer para ayudaros, vamos a estar aquí para vosotros", afirmó Trump en un mensaje de apertura de la reunión, antes de que los periodistas fueran invitados a salir de la sala para continuar el diálogo de forma privada.
El presidente electo dijo que estaba ante "un increíble grupo de personas", y añadió que tanto él como los miembros del Gobierno que asumirá el poder el 20 de enero próximo estaban a su disposición para mantener el diálogo.
"Aquí no hay una cadena formal de mando", afirmó Trump.
En la misma mesa estaban, entre otros, los máximos ejecutivos de Apple (Tim Cook), Microsoft (Satya Nadella), Alphabet (Larry Page y Eric Schmidt), Intel (Brian Krzanich), IBM (Ginni Rometty) y Cisco Systems (Chuck Robbins).
También se encontraban, entre otros, los directivos de Amazon (Jeff Bezos), Facebook (Sheryl Sandberg), Tesla (Elon Musk) y Oracle (Safra Catz).
En la rueda de presentación, Bezos fue el que se extendió más, ya que se mostró "superentusiasmado" por las posibilidad de fomentar la innovación, como ha prometido Trump.
De parte del lado de Trump estaban el vicepresidente electo, Mike Pence, algunos de los integrantes de su futuro Gobierno, como el secretario de Comercio designado, Wilbur Ross, y tres de sus cuatro hijos adultos, Ivanka, Eric y Donald Jr. Trump.
Pocas veces en la reciente historia de Estados Unidos se ha sentado en una misma mesa una representación tan multimillonaria de los negocios de Estados Unidos, convocados para una reunión en la que, en principio, se iba a hablar de innovación.
Ninguno de los empresarios quiso hacer declaraciones antes o después de la reunión a los periodistas que hacían guardia, pero Ross se encargó de realizar una breve valoración, a la espera de mayores comentarios oficiales.
Según Ross, la reunión fue "muy buena y constructiva" y sirvió para que los miembros de la futura Administración Trump y los directivos del sector tecnológico "se conozcan mejor mutuamente".
La de hoy fue una cita muy particular teniendo en cuenta que el sector tecnológico de Estados Unidos ha sido el blanco de algunas de las críticas que lanzó Trump durante la campaña electoral que culminó con los comicios del 8 de noviembre.
Por ejemplo, Trump ha criticado a empresas como Apple por fabricar sus productos en China, y también ha tenido comentarios ríspidos contra algunas firmas que optar por trasladar su residencia fiscal fuera de EEUU para disminuir su carga tributaria.
Trump, en su mensaje inicial, pidió a los reunidos que "continúen con esta increíble innovación" de sus empresas".
"No hay nadie mejor que vosotros en todo el mundo", agregó.
Les prometió hacérselo "mucho más fácil" para que desarrollen sus negocios, incluyendo terminar con "barreras comerciales".
"Ahora hay un montón de restricciones y problemas", agregó Trump, que ha prometido revisar algunos tratados comerciales claves.
En sus palabras, Trump dijo que se habían hecho "centenares de llamadas telefónicas" para sentar en una misma mesa a los reunidos, y destacó el papel que, en ese sentido, ha tenido el financiero Peter Thiel, quien estaba sentado a su izquierda.
Thiel, uno de los hombres más ricos de Estados Unidos, es directivo de compañías financieras ligadas estrechamente al sector tecnológico y también es miembro del consejo de administración de empresas como Facebook.
Aunque no se pudo establecer cuánto tiempo duró la reunión, los participantes comenzaron a salir del edificio dos horas después de que comenzara la cita sin dar explicaciones.
Según dijeron algunos participantes a la cadena financiera CNBC, en el encuentro no se habló solo de innovación, como se había presentado la reunión, sino que se abordaron temas muy ligados a las operaciones del sector tecnológico de EEUU.
Se habló de generación de empleos, de regulaciones, de temas migratorios, de seguridad cibernética y, por supuesto, de la posibilidad de que los impuestos por ganancias que pagan estas firmas fuera del país vuelvan a Estados Unidos.