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Medio millón de personas necesitan asistencia humanitaria en Níger

En la última campaña agrícola, Diffa tuvo un déficit cerealístico de 83.000 toneladas, lo que supone que no podrá cubrirse un 55 % de las necesidades de consumo humano en la región, salvo que reciba asistencia externa

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Casi medio millón de personas que viven en la región de Diffa, en el extremo sureste de Níger, van a necesitar asistencia humanitaria hasta septiembre, advirtió la sede en Niamey de la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU.

De las 456.872 personas que necesitarán asistencia inmediata, la mayor parte son desplazados internos (340.000) y el resto refugiados de la vecina Nigeria, en ambos casos personas que han huido de los repetidos ataques de Boko Haram en esta región fronteriza con el Lago Chad.

En la última campaña agrícola, Diffa tuvo un déficit cerealístico de 83.000 toneladas, lo que supone que no podrá cubrirse un 55 % de las necesidades de consumo humano en la región, salvo que reciba asistencia externa.

La ONU recuerda que, de no llegar esta asistencia externa, se acentuará la vulnerabilidad alimentaria de todas las familias pobres durante el periodo entre cosechas.

El Gobierno y las agencias humanitarias han logrado llevar asistencia alimentaria durante el mes de mayo a 300.000 personas, mientras que 70 toneladas de cereales están siendo encaminadas hacia las regiones de N'guigmi (12.700 personas necesitadas) y Bosso (2.500), ambas en Diffa.

Además de la operación gubernamental, participan en la distribución alimentaria el Programa Alimentario Mundial (PAM), las ONG CARE internacional y Oxfam, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la agencia de la ONU para los refugiados, que han identificado a 98.000 personas que serán su próxima población a la que asistir.

Uno de los lugares más críticos es Kimégana, donde se apiñan cerca de 19.000 personas procedentes de las islas del Lago Chad; allí, el comité regional de gestión de crisis y catástrofes ha cifrado el déficit cerealístico en 221 toneladas mensuales.

El Gobierno ha tratado de mejorar el encaminamiento de la ayuda humanitaria con su programa "Una población, un actor", para evitar las disfunciones que supone que distintas agencias, ONGs y ministerios se solapen en sus operaciones, pero el programa ha demostrado ser un fracaso por la falta de medios de varias de las organizaciones.

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