La Fiscalía General de Jalisco (fiscalía), en el oeste de México, realizó hoy un "operativo de intervención" en que desarmó y detuvo a 30 policías de dos municipios de la costa sur del estado, presuntamente coludidos con el crimen organizado.
El comisionado de seguridad de Jalisco, Alejando Solorio, informó de que 19 policías de Villa Purificación, entre ellos su director, así como once de Unión de Tula, incluidos todos los mandos, están en calidad de presentados ante el ministerio público.
Los agentes rinden su declaración "para verificar su situación y esclarecer si tienen relación directa o cuál fue su nivel de infiltración", sugerida por "datos y testimonios" recabados por el sistema de inteligencia estatal, afirmó Solorio en conferencia de prensa.
En el operativo, en que participaron 150 policías estatales, "no hubo resistencia" por parte de los sospechosos, a quienes les fueron incautadas 46 armas cortas, 36 largas y nueve vehículos, dijo.
Adelantó que la vigilancia de ambos municipios quedará a cargo de la Fuerza Única de Jalisco, policía de elite del estado, con la colaboración de los dos alcaldes, y añadió que la sustitución "no altera la vida cotidiana de los habitantes".
La Fiscalía informó que el desarme se llevó a cabo con base en la atribución que tiene "de otorgar y revocar licencias de portación y uso de armas de fuego".
Con esto, cuatro de los 125 municipios de Jalisco están bajo el control de las fuerzas estatales, después de que en diciembre de 2014 la fiscalía desarmara las corporaciones policiales de Cocula, en la región sur, y Casimiro Castillo en la costa sur, esta última considerada bastión del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En Villa Purificación, miembros del CJNG derribaron recientemente un helicóptero militar con un lanzacohetes RPG mientras la aeronave realizaba una operativo para localizar a los líderes del grupo criminal. En el ataque murieron ocho militares y policías federales.
El hecho tuvo lugar en el marco del inicio del "Operativo Jalisco" que las fuerzas federales mantienen en el estado desde el pasado 1 de mayo para desarticular al CJNG, acotar sus fuentes de financiación y detener a su líder, Nemesio Oseguera, alias "el Mencho".
El arranque del operativo federal provocó una ola de ataques del CJNG, cuyos miembros hicieron 39 bloqueos de calles en 25 municipios de Jalisco como parte de una serie de actos violentos que dejaron 15 muertos, entre ellos los tripulantes del helicóptero.
Desde entonces cientos de militares y policías federales se han trasladado a carreteras, poblados y la sierra de la costa sur de Jalisco con la intención de detener a los principales líderes del CJNG.
En la misma conferencia de prensa, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, afirmó que el desarme se efectuó en el marco del "Operativo Jalisco" y contó con "todo el respaldo y la coordinación de las fuerzas federales".
Aseguró que esta estrategia se enmarca en "los esfuerzos" que las fuerzas de seguridad estatales llevan a cabo "desde hace poco más de dos años" con el fin "de erradicar la presencia del crimen organizado" y "combatir la infiltración de las instituciones".