El presunto autor de la matanza del Museo Judío de Bruselas, el franco-argelino Mehdi Nemmouche, sospechoso también de haberse integrado en Siria en el grupo yihadista Estado Islámico (EI), tenía la misión de organizar un atentado en París el día de la Fiesta Nacional, el pasado 14 de julio.
La información fue revelada hoy por el diario "Libération" y se basa en las declaraciones a los servicios secretos de los exrehenes franceses de EI que dijeron haber tenido como "carcelero" en Siria a Nemmouche.
Los periodistas Didier François, Edouard Elias, Nicolas Hénin y Pierre Torres contaron a los agentes de la Dirección General de la Seguridad Interior (DGSI) que Nemmouche -arrestado en Marsella el 30 de mayo- les habló de "un proyecto de acción terrorista de envergadura" en París, aunque sin precisar con claridad contra quién en concreto.
Aludió a una acción en la avenida de los Campos Elíseos, donde se desarrolla el desfile militar de la Fiesta Nacional presidido por el jefe del Estado, en concreto por François Hollande, y dijo que iba a ser "cinco veces Merah", en alusión al yihadista Mohamed Merah, que cometió una serie de matanzas en la región de Toulouse en marzo de 2012.
Ante esas amenazas, y aunque Nemmouche ya estuviera arrestado -fue extraditado el 29 de julio a Bélgica para ser juzgado por el asesinato de cuatro personas en Bruselas el 24 de mayo- las fuerzas del orden francesas extremaron las medidas se seguridad el 14 de julio, en particular durante el desfile.
En concreto, hubo una mayor supervisión de todas las personalidades presentes y también se intentaron buscar potenciales cómplices.
El sábado, el diario "Le Monde" reveló que Nemmouche (29 años) había sido uno de los "carceleros" de los periodistas franceses que estuvieron secuestrados por los yihadistas en Siria.
Este hombre fue localizado el 18 de marzo en el aeropuerto de Fráncfort por los aduaneros alemanes, que alertaron entonces a los servicios secretos franceses, pero eso no impidió que cometiera la matanza del Museo Judío de Bruselas dos meses después.
Su captura se produjo en un control aleatorio de los aduaneros franceses cuando descendía en Marsella de un autobús que había pasado por Bruselas. En su equipaje los agentes encontraron armas, así como un vídeo con comentarios sobre el atentado en la capital belga.
Ahora la DGSI trata de determinar si contaba con algún refugio en Marsella y si también planeaba alguna acción en el sur de Francia.
La Fiscalía antiterrorista de París tiene abiertos procedimientos sobre su implicación en el secuestro de los periodistas franceses en Siria y sobre sus planes de atentado, lo que podría dar lugar en el futuro a una demanda a Bélgica para que también pudiera ser juzgado en Francia.