La Fiscalía china ha acusado a ocho personas por el ataque a la emblemática plaza de Tiananmen el pasado mes de octubre, en el que un coche se estrelló contra una multitud y se incendió, según han informado este sábado los medios de comunicación locales.
En el atentado fallecieron cinco personas, tres de los atacantes y dos civiles, y unas 40 resultaron heridas. El Gobierno responsabilizó de lo sucedido a los milicianos separatistas de la región de Xinjiang.
El fiscal de Uruqmi, la capital de la provincia de Xinjiang, ha acusado a los ocho detenidos de "organizar, liderar y participar en una organización terrorista y amenazar la seguridad pública con métodos peligrosos".
El Gobierno chino está realizando una campaña antiterrorista en la que se ha centrado en Xinjang, lugar de residencia de la minoría musulmana uigur, debido a una serie de atentados de los que Pekín responsabiliza a separatistas islamistas.
El más grave de estos atentados tuvo lugar el pasado 22 de mayo, cuando cinco suicidas atacaron un mercado de Uruqmi, provocando la muerte de al menos 39 personas.