Según informó ayer la Jefatura Superior de Policía, el personal de La Paz les avisó el pasado jueves del ingreso el día anterior de Marianela G.M, ecuatoriana de 30 años, que acudió sola al hospital quejándose de dolor de estómago, aunque tenía síntomas de haber dado a luz recientemente a pesar de que negaba haber estado embarazada.
En su declaración al personal de La Paz, la mujer incurrió en numerosas contradicciones, hasta que un día después de su ingreso manifestó a los facultativos que “había expulsado algo” y que después lo había arrojado a un contenedor.
La Policía Nacional registró la vivienda de la mujer sin encontrar nada y buscaron los restos del bebé en los contenedores de basura de los alrededores.
Finalmente, un familiar llamó el pasado sábado a la Policía para decir que había encontrado el cadáver del bebé en el fondo de un armario, envuelto en unas ropas.
El juez de guardia y el médico forense acudieron al domicilio de la mujer -que se encuentra en prisión- para proceder al levantamiento del cadáver y realizarle la autopsia, que ha revelado que el bebé nació con vida.
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