El comandante militar del partido-milicia chií libanés Hezbolá Wissam Sharafeddine, alias 'Sayyed Nasralá' --en referencia al secretario general del grupo, Sayyed Hasán Nasralá--, ha fallecido en combate en los alrededores de la capital siria, Damasco.
"Wissam Sharafeddine, el más relevante comandante de campo de Hezbolá en los alrededores de Damasco, ha muerto", ha informado la cadena de televisión libanesa Future TV, vinculada al partido opositor Al Mustaqbal.
La información ha sido confirmada poco después por el portal de noticias bintjbeil.org, cercano a Hezbolá, que ha agregado que Sharafeddine murió "cuando llevaba a cabo su tarea en nombre de la 'yihad'", según ha recogido el diario libanés 'An Nahar'.
Durante la jornada del jueves, Hezbolá ha celebrado funerales por los 19 milicianos fallecidos en los combates registrados en siria en los últimos diez días. Fuentes de seguridad han indicado que entre ellos figura Madj Fuad Hajj Hasan, sobrino del ministro interino de Agricultura Hussein Hajj Hasan, miembro de Hezbolá.
En base a estas informaciones, recogidas por el diario libanés 'The Daily Star', Hajj Hasan murió en los combates que se han registrado en los últimos días en los alrededores de Qalamoun, situado en la frontera entre ambos países.
La participación de Hezbolá en el conflicto sirio del lado de las fuerzas gubernamentales ha provocado múltiples críticas por parte de la coalición opositora Movimiento 14 de Marzo y gran parte de Occidente. Asimismo, se ha vinculado a ella el incremento de atentados en territorio libanés, el último de los cuales tuvo como objetivo la Embajada de Irán, también aliado del presidente sirio, Bashar al Assad.
El partido-milicia ha mantenido durante el conflicto en Siria su apoyo a Al Assad y ha abogado públicamente por la resolución política del conflicto y por la introducción de reformas democráticas en el país.
Sin embargo, en los últimos meses ha participado junto a las fuerzas de seguridad sirias en varios combates contra grupos opositores armados, especialmente en la localidad de Qusair, ubicada cerca de la frontera común y en los alrededores de Damasco y Alepo. En dichos enfrentamientos, el papel de Hezbolá fue fundamental para que el Ejército recuperara el control de la ciudad.
La intervención del grupo en el conflicto supuso una violación de la Declaración de Baabda, firmada por todas los partidos políticos del país, que estipula la neutralidad de Líbano ante los eventos en la región, limitando su papel al control de la frontera y el tráfico de armas y combatientes.
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