El presidente de Irán, Hasán Rohani, se ha ofrecido como mediador en un eventual diálogo entre el Gobierno de Bashar al Assad y la oposición para poner fin a la guerra civil en Siria, en el artículo que ha publicado este viernes en el diario estadounidense 'The Washington Post' para exponer su enfoque de las relaciones internacionales.
"Hace tres meses, mi plataforma Prudencia y Esperanza consiguió un amplio apoyo popular. Los iraníes abrazaron mi enfoque de los asuntos nacionales e internacionales porque vieron que estaban estancados. Estoy comprometido a cumplir mis promesas, incluida la de entablar una interacción constructiva con el resto del mundo", ha dicho.
Rohani ha defendido que "el mundo ha cambiado" porque "las relaciones internacionales ya no son más un juego de 'suma cero', sino un tablero multidimensional donde la cooperación y la competición se dan simultáneamente". "Ya ha acabado la era de los conflictos sangrientos. Ahora, se espera que los líderes mundiales conviertan las amenazas en oportunidades", ha indicado.
Si bien, ha aclarado que "este enfoque constructivo no significa renunciar a los derechos propios, sino cooperar con los demás sobre la base de la igualdad y el respeto mutuo, abordar las preocupaciones conjuntas y alcanzar los objetivos conjuntos". "Los resultados 'win-win' no solo son favorables, sino posibles", ha sostenido.
El clérigo moderado ha advertido de que "el juego de la 'suma cero', la mentalidad de la Guerra Fría, causará pérdidas a todas las partes". "El enfoque unilateral, que glorifica la fuerza bruta y engendra violencia, es claramente incapaz de resolver los desafíos que todos enfrentamos, tales como el terrorismo y el extremismo", ha indicado.
A pesar de lo cual, "el unilateralismo sigue imponiéndose a los enfoques constructivos". "La seguridad se consigue a expensas de la inseguridad de otros, con desastrosas consecuencias. Más de una década y dos guerras después del 11-S, Al Qaeda y otros milicianos extremistas siguen causando estragos", ha recordado, apuntando a Siria, Irak y Afganistán.
Frente a ello, ha propuesto "trabajar juntos para acabar con las rivalidades insanas y las interferencias que alimentan la violencia y nos separan". En concreto, ha instado a "prestar atención a la cuestión de la identidad, un factor clave de las tensiones en, y más allá, de Oriente Próximo".
MEDIACIÓN EN SIRIA
Así, en lo tocante al primer punto, ha llamado a "unir nuestras manos constructivamente para trabajar por el diálogo nacional, ya sea en Siria en Bahréin para crear una atmósfera en la que los pueblos de la región puedan decidir su propio futuro".
No obstante, el presidente iraní solamente se ha referido a la guerra civil en Siria. "Como parte de esto, anuncio la disposición de mi Gobierno a ayudar a facilitar el diálogo entre el Gobierno sirio y la oposición", ha dicho.
En cuanto a la cuestión identitaria, el jefe de Gobierno ha considerado que "está en el corazón de las feroces batallas en Siria, Irak y Afganistán (...) y se extiende hasta el caso del pacífico programa nuclear iraní".
"Para nosotros, dominar el ciclo de combustible atómico y generar energía nuclear se trata tanto de diversificar nuestros recursos energéticos como de lo que somos como nación, nuestras demandas de dignidad y respeto, de ocupar el lugar que nos corresponde en el mundo", ha explicado.
CENTRARSE EN LOS INTERESES COMUNES
Rohani ha lamentado que "Irán y sus socios internacionales hayan gastado demasiado tiempo discutiendo sobre lo que no quieren, en lugar de hablar sobre lo que quieren" porque "es una forma fácil de resolver problemas difíciles". "Decir lo que uno quiere requiere más valor", ha sostenido.
"Después de una década de idas y venidas, lo que todas las partes no quieren sobre nuestro programa nuclear está claro y la misma dinámica es evidente en los enfoques rivales sobre Siria y puede ser útil para evitar que los conflictos se calienten, pero no para superar los 'impasses'", ha señalado.
"Tenemos que apuntar más alto. En lugar de centrarnos en cómo evitar que las cosas se pongan peor, necesitamos pensar --hablar-- sobre cómo hacer que se pongan mejor. Para eso debemos tener el coraje suficiente para decir clara, concisa y sinceramente lo que queremos y voluntad política para llevarlo a cabo", ha defendido.
Con todo ello, ha instado a sus homólogos en todo el mundo a "aprovechar la oportunidad que les han proporcionado las últimas elecciones en Irán". "Les pido que respondan a los sinceros esfuerzos de mi Gobierno para llevar a cabo un diálogo constructivo, que me digan qué ven, si no por sus intereses nacionales, por las generaciones futuras", ha concluido.