El Ejército de Malí ha anunciado que se ha hecho con el "control total" de la localidad de Konna, en el centro del país, que cayó en manos de los grupos islamistas armados la semana pasada y que fue el evento que desencadenó la intervención militar francesa en el país africano.
"Hemos recuperado el control total de la localidad de Konna, tras infligir duras pérdidas al enemigo", ha señalado el Ejército a través de un comunicado, recogido por la cadena de televisión británica BBC. La zona no es accesible a observadores independientes, por lo que no se puede comprobar la veracidad de esta aseveración.
El martes, el ministro de Defensa de Francia, Jean-Yves Le Drian, desmintió que la localidad maliense estuviera bajo control maliense, tal y como afirmó el Ejército del país africano unos días antes. El Ministerio de Defensa de Malí confirmó apenas un día después de la toma de la ciudad por parte de los islamistas el éxito de la contraofensiva lanzada para recuperarla.
Este mismo viernes, militares franceses y malienses han logrado imponerse a los rebeldes islamistas para retomar el control de la localidad de Diabaly, situada en el centro de Malí, el mismo día en que han llegado las primeras tropas de países africanos que se sumarán a la misión para intentar frenar el avance de los extremistas islámicos que controlan el norte del país.
Francia, que ha advertido que la presencia de los terroristas y rebeldes salafistas en Malí pone en riesgo la seguridad de los países africanos y occidentales, lleva ocho días de ataques aéreos para intentar frenar el avance de los insurgentes hacia el sur del país y derrotarlos.
"Los soldados están en la ciudad desarrollando operaciones de limpieza", ha explicado en conversación telefónica con Reuters el alcalde de Diabaly, Oumar Diakité. "Hay muchos vehículos incendiados que los islamistas han intentado esconder en los huertos", ha añadido.
El progreso de las tropas francesas y malienses está siendo lentos, según los residentes, porque los rebeldes se están refugiando en casas de civiles para evitar ser atacados.
Además de los 2.500 militares que va a desplegar Francia, está previsto que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) envíe un contingente de unos 3.300 uniformados para luchar contra los extremistas.
CRISIS POLÍTICA
La crisis política en Malí se desató el pasado mes de marzo, cuando un nutrido grupo de militares descontentos por la falta de recursos suministrados por el Gobierno para combatir la lucha independentista del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) en el norte dio un golpe de Estado.
Aprovechando el caos institucional, los rebeldes tuareg se hicieron con el control de las tres regiones que forman el Azawad --Tombuctú, Kidal y Gao-- y proclamaron unilateralmente su independencia, aunque este movimiento no contó con el reconocimiento de la comunidad internacional.
Sin embargo, los grupos islamistas presentes en el norte de Malí --Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento de Unidad para la Yihad en África Occidental (MUYAO) y Ansar Dine--, rápidamente expulsaron al MNLA del Azawad, donde, desde entonces, imponen la 'sharia'.
La semana pasada, estos grupos islamistas comenzaron a avanzar hacia la línea de demarcación en la región de Mopti, mientras que varias unidades de los grupos 'yihadistas' presentes en la zona se desplegaron al sur de Tombuctú, en una zona en la que se encuentra presente el Ejército del país africano.
Ante el avance de los islamistas, el presidente francés, François Hollande, anunció el envío de tropas galas a Malí para contener la situación y precisó que permanecerán en el país africano mientras sea necesario.
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