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Kirchner tacha la huelga de "amenaza" a Gobierno y trabajadores

Critica la actuación de los piquetes

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  • Paro nacional -

La presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, ha considerado que la huelga general de este martes es un "apriete" y ha advertido a los principales sindicatos del país sudamericano de que no la van a "quitar" con "amenazas".

   En la ceremonia central con motivo del Día de la Soberanía Nacional, Fernández de Kirchner ha considerado que la convocatoria de este martes no ha sido una huelga general, sino un "apriete", una "amenaza" al Gobierno y a los trabajadores.

   La mandataria se ha referido en concreto a los numerosos piquetes que han funcionado en los centros neurálgicos de la actividad laboral de las principales ciudades. "Los argentinos tenemos que tener libertad de elegir en todos los ámbitos, también si queremos trabajar o no", ha subrayado.

   Así, la dirigente se ha pronunciado en contra de la "presión" ejercida desde las centrales sindicales. "El derecho a huelga es sagrado, pero también es sagrado que el trabajador pueda decidir qué hacer. La voluntad de los trabajadores no puede ser dominada por nadie", ha insistido.

   Además, ha instado a las organizaciones gremiales a "estar más preocupadas por defender las fuentes del trabajo, que es el gran desafío que tienen los argentinos en un mundo que se derrumba", según informa la agencia de noticias Télam.

   En este contexto, Fernández de Kirchner ha advertido a las centrales sindicales que, según ella, pretenden derrocar su Gobierno. "A mí no me corre nadie y menos con amenazas o con matones. No me van a correr con eso. Voy a bancar (aguantar) lo que tenga que bancar", ha sostenido.

   Ayer, Fernández de Kirchner pidió a los argentinos que no participasen en la huelga general apelando a "un gran ejercicio de responsabilidad", al tiempo que instó a sus "compañeros" trabajadores a salir en defensa "del proyecto político que ha generado más de cinco millones y medio de puestos de trabajo".

   En la misma línea, la jefa de Estado emplazó a quienes no estén conformes con el actual Gobierno a votar proyectos alternativos. "Si estoy equivocada, el pueblo con su voto va a decidir qué otro modelo o qué otro proyecto quiere seguir", dijo en la red social Twitter.

   Otros miembros del Gobierno también se han pronunciado en contra de la acción sindical. El jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, ha lamentado el "gran piquetazo nacional" que ha sufrido el país por culpa de "un grupito de dirigentes que quieren posicionarse con algún grupo mediático".

   Por su parte, el ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, ha subrayado que "el piquete va en contra de la voluntad de los trabajadores" y ha recriminado el "clima de violencia y enfrentamiento" fomentado con protestas como las de este martes, según la emisora argentina La Red.

HUELGA GENERAL

   Argentina ha vivido este martes la primera huelga general en una década para protestar por la pérdida de poder adquisitivo de la población a causa de la gestión gubernamental. El último paro de estas características fue el de diciembre de 2002, cuando la tasa de paro rondaba el 21 por ciento.

   La huelga general ha sido convocada por la Confederación Central del Trabajo (CGT), el principal sindicato, y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). La mayoría de las organizaciones gremiales y de los partidos opositores de izquierda han respaldado la protesta. Sin embargo, se han desmarcado los sindicatos industriales, afines al Gobierno.

   Los huelguistas reclaman una subida del salario mínimo, de las pensiones de jubilación y de las ayudas sociales, así como la eliminación del impuesto sobre los ingresos de los trabajadores, para contrarrestar el alza del coste de la vida.

   Las organizaciones convocantes atribuyen la pérdida del poder adquisitivo sufrida por gran parte de la ciudadanía a una inflación que, según economistas privados, rondará este año el 25 por ciento. El Gobierno sólo reconoce una subida de precios de alrededor del 10 por ciento interanual.

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