Decenas de personas se han manifestado este miércoles en varias ciudades chinas para expresar su rechazo a la compra por parte de las autoridades niponas de tres de las cinco islas que forman el archipiélago Senkaku, cuya soberanía reclaman ambos países, además de Taiwán.
En Pekín, alrededor de un centenar de personas se ha concentrado frente a la Embajada de Japón para gritar eslóganes contra el país, algunas han llegado a lanzar botellas de agua. La sede diplomática permanece custodiada por las fuerzas de seguridad ante la escalada de tensión bilateral.
En Hong Kong, una multitud se ha manifestado frente al consulado japonés y ha intentado asaltarlo, aunque ha sido frenada por la Policía. Tras ello, ha quemado banderas niponas y ha hecho un llamamiento a boicotear los productos procedentes del país vecino.
En la manifestación de Hong Kong han participado los 14 activistas que fueron detenidos y deportados por adentrarse en aguas de las islas Senkaku y desembarcar en ellas con el fin de reivindicar la soberanía china sobre el archipiélago.
En Shanghai y en Guangzhou, varias personas se han concentrado frente a los consulados japoneses. "Abajo con el militarismo japonés", han gritado, al tiempo que han exigido la devolución de las islas a China, según informa la cadena nipona NHK.
Las mismas escenas se han vivido en Taiwán. En la capital, Taipéi, alrededor de un centenar de activistas se ha manifestado frente a la Oficina de Enlace de Japón y ha lanzado huevos a la fachada. Al término de la protesta, han entregado una carta al personal nipón.
La tensión regional se disparó el pasado martes, cuando el Gobierno de Japón anunció la compra de las tres islas a un propietario privado por 2.000 millones de yenes (unos 20 millones de euros), que, al parecer, saldrán de los fondos reservados.
El plan de compra de las islas por parte de Japón se puso sobre la mesa el pasado mes de junio, cuando el portavoz gubernamental, Osamu Fujimura, anunció la intención del Ejecutivo de sustituir el actual contrato de arrendamiento por uno que garantizara a las autoridades niponas el control del archipiélago.
China ya ha expresado su "firme oposición y enérgica protesta" por la compra de las islas, considerando que es "ilegal" porque forman parte de su "territorio sagrado" desde la antigüedad y ha mandado dos patrulleras a sus aguas, elevando la tensión bilateral.
EL CONFLICTO
En 1895, Japón se anexionó formalmente las islas para construir una planta procesadora de atún que dio empleo a 200 personas. No obstante, en 1940 el negocio se desplomó y las islas quedaron desiertas.
Entre 1945 y 1972, el archipiélago permaneció bajo dominación estadounidense, como parte de los acuerdos alcanzados entre Washington y Tokio tras la Segunda Guerra Mundial. Desde la salida estadounidense de las islas, China y Taiwán reclaman su soberanía.
China alega que descubrió el archipiélago en el siglo XIV y, a pesar de las tensas relaciones que mantiene con Taiwán, reconoce que algunas islas pertenecen al territorio como parte de la ciudad de Toucheng, ubicada en el condado de Yilan.
En cambio, Japón asegura que el archipiélago pertenece al completo a la ciudad de Ishigaki, ubicada en la prefectura de Okinawa, y, por tanto, rechaza las reivindicaciones chinas y cualquier acuerdo alcanzado entre Pekín y Taipei.
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