La farmacéutica alemana Gruenenthal ha pedido perdón por las miles de graves malformaciones provocadas en niños cuyas madres embarazadas tomaron durante los años 50 y 60 el medicamento conocido como talidomida ; una disculpa que ha sido tachada de "insuficiente" por los afectados, que exigen una compensación financiera.
La talidomida fue administrada a miles de mujeres para combatir los efectos de la náusea durante el embarazo. Fue retirada del mercado en 1961 después de que pruebas médicas constataran relación entre el medicamento y las malformaciones sufridas por los bebés: brazos y piernas más cortos de lo normal, ceguera, sordera, problemas cardíacos y daño cerebral, entre otras.
Más de 10.000 niños de todo el mundo padecen afecciones derivadas de la administración de la talidomida. Entre 5.000 y 6.000 siguen vivos, según la Asociación Británica de Víctimas de la talidomida, Thalidomine UK. Más de 7.500 niños murieron durante la infancia.
El director ejecutivo de Gruenenthal, Harald Stock, ha pedido perdón este viernes por el silencio guardado durante décadas por la compañía, en el transcurso de la inauguración de una estatua en memoria de las víctimas.
"Pedimos perdón por los casi cincuenta años en los que no hemos podido encontrar una forma de comunicarnos de un ser humano a otro", declaró Stock, quien justificó la ausencia de declaraciones como una expresión "del impacto" que ha causado a la empresa "el destino que ha provocado" en los afectados.
El presidente de Thalidomide UK, Freddie Astbury, ha declarado a la BBC que las disculpas han llegado tarde y son insuficientes. "Han tardado mucho en disculparse. Hay muchísima gente afectada por la talidomida. Agradecemos las disculpas pero, ¿hasta dónde están dispuestos a llegar", declaró Astbury, nacido en 1959 sin brazos ni piernas, quien pidió a la empresa que considere "seriamente" una compensación financiera.
Nick Dobrik, otro miembro de la entidad, dijo que "un pedido de perdón sincero y genuino debe admitir irregularidades; la empresa no hizo eso y realmente ha insultado a las víctimas de la talidomida". La compañía, sin embargo, asegura que "no se pudieron detectar" los efectos secundarios de la droga antes de que ésta saliera al mercado.
La empresa ha pagado cierta compensación, en particular por la distribuidora británica del medicamento, que se sigue empleando en la actualidad como parte de tratamientos agresivos contra el cáncer de médula y en modo alguno se recomienda a embarazadas.
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