España ocupa la quinta posición a escala mundial en cuanto a “huella hídrica”, variable que analiza el volumen de agua dulce usada globalmente para producir los bienes y servicios consumidos por cada ciudadano. Nuestro país, además, forma parte del grupo de Estados del Mediterráneo (Grecia, Italia, Portugal y Chipre) que tiene cada vez un mayor estrés hídrico, una situación en la que el agua empieza a ser un bien escaso al ser más importante la demanda que la cantidad disponible. Así se desprende del Informe Planeta Vivo 2008 de WWF/Adena, elaborado en colaboración con la Sociedad Zoológica de Londres y la Red de la Huella Global, y que fue presentado ayer simultáneamente en varias ciudades europeas.
El planeta se enfrenta a una recesión ecológica, ya que la “huella ecológica” –indicador que estima la cantidad de recursos naturales necesarios para sostener el nivel de consumo de una sociedad y asimilar sus desechos– excede la capacidad de regeneración de la Tierra en un 30%.