El fiscal del Tribunal de lo Criminal de París, Olivier Bray, reclamó para cada uno de ellos que dos tercios de las condenas sean de cumplimiento efectivo, y que una vez finalizadas sean expulsados de forma definitiva de Francia.
Bray puso el acento en que Zaldúa al ser arrestada el 23 de marzo de 2005 junto a Segurola en Lannemezan (sur de Francia) era “la que dirigía la logística” militar de la organización terrorista, “el último eslabón” antes del comando que comete un atentado.
En concreto, precisó que la principal misión de esa estructura de la logística militar, Ataka, consistía en proveer a los comandos vehículos con las cargas explosivas.
Una misión, que el fiscal vinculó directamente con los dos coches que conducía esta pareja al ser capturada, y en cuyo interior estaban repartidos los diferentes elementos que componen un artefacto explosivo, tal y como suelen hacer por razones de seguridad los terroristas que se disponen a poner un coche bomba.
A ese respecto, Bray dio cuenta del arsenal de armas y explosivos encontrado en el piso que ocupaba esta pareja en la vecina localidad de Saint Gaudens, y que como un garaje en Lannemezan había sido alquilado por Barandalla, detenido en Cahors en septiembre de 2007.
Bray insistió en que “a los acusados se los persigue no por sus opiniones políticas”, sino “porque son delincuentes de una peligrosidad extrema”.
Los tres, que se han sentado en el banquillo de acusados desde el pasado jueves, subrayó, “pertenecían al aparato militar” y “hay un vínculo muy fuerte entre las infracciones” que se les imputan y los atentados cometidos por la banda en territorio español.
Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es