El presidente ha pedido la unidad de tripartito y CiU para pactar una hoja de ruta común
El presidente de la Generalitat catalana, José Montilla, ha anunciado que instará al Gobierno a modificar "determinadas leyes estatales" para recuperar la integridad del Estatut y las disposiciones que el Tribunal Constitucional (TC) anuló e interpretó en su sentencia.
En su primera intervención en el pleno monográfico del Parlamento catalán sobre el fallo del Alto Tribunal, Montilla ha apostado por "dialogar con los responsables de la principales instituciones del Estado y con sus fuerzas políticas" para encontrar alternativas para dar cumplimiento al texto estatutario de antes de la sentencia.
El presidente ha pedido la unidad de tripartito y CiU para pactar una hoja de ruta común, y les ha instado a "resistir la tentación de poner por delante los intereses legítimos de los partidos" ahora que se acercan las elecciones autonómicas.
En una hipotética negociación con el Estado, Montilla ha precisado que es necesaria la modificación de una decena de leyes orgánicas, pero también hacer uso del artículo 150.2 de la Constitución Española relativo a la transferencia de competencias a las Comunidades Autónomas, y utilizar los instrumentos de negociación bilateral entre Cataluña y España.
Para el presidente esta negociación es necesaria no solo para recuperar el texto íntegro del Estatut, sino también para recuperar "la confianza mutua" entre el Estado y Cataluña. "Podemos abordar tal punto o tal otro, pero el problema es de reparación de la confianza", ha sentenciado.
Antes de trasladar esta voluntad negociadora a las instituciones del Estado, ha pedido un acuerdo unitario en Cataluña, y ha asegurado que el Parlamento catalán se encuentra ante "un momento exigente que pide a las fuerzas políticas una respuesta a la altura de las circunstancias históricas".
EVITAR LA VÍA SOBERANISTA
Montilla ha instado a la cámara catalana a "persistir en querer que España sea diferente aunque una parte de ella no quiera", pero en ningún momento ha tratado la vía soberanista por la que apuesta ERC, su socio de gobierno.
"Si España quiere dar solución al problema catalán tiene que estar dispuesta a cambiar", ha proseguido, aunque ha resaltado que cualquier respuesta al fallo tiene que respetar el Estado de Derecho.
El presidente ha considerado que Cataluña ha ejercido "pacíficamente su autogobierno desde hace 30 años", y ha apostado por que este siga siendo el camino con el nuevo texto estatutario. "El Estatut ni ha desaparecido, ni ha quedado en papel mojado", ha aseverado.
También ha alertado que la sentencia del TC ha generado "un cansancio que está alimentando una desafección política que tendría que preocupar a España".
Montilla ha recordado a los que defienden la vía soberanista que "España en su conjunto no es esta sentencia, ni tampoco el TC que la ha dictada", y ha pedido que el papel del catalanismo continúe siendo el de querer transformar el Estado y que no se centre solo en la realidad catalana.
LA RESPONSABILIDAD DEL TC
Montilla ha destacado que la sentencia del TC se tiene que acatar y que no hará un llamamiento a "la rebeldía", pero ha responsabilizado al Alto Tribunal y al recurso de inconstitucionalidad presentado por el PP de la situación que vive Cataluña.
Ha criticado al TC por haber sido "irresponsablemente excluyente" en su sentencia, en la que a su juicio, el tribunal ha querido tener un papel fundamental en la definición del Estado que hasta ahora nunca había tenido. "No le correspondía ni le corresponde hacer este papel", ha dicho.
Asimismo, ha concluido que el Alto Tribunal "pretende imponer su propia impresión del Estado autonómico que entra en contradicción con las anteriores interpretaciones" del propio tribunal.
En la tribuna de invitados del Parlamento catalán han seguido la intervención del presidente de la Generalitat la líder del PP catalán, Alícia Sánchez Camacho, el secretario general de ERC, Joan Ridao, y el presidente de ICV, Joan Herrera. El líder de los ecosocialistas ya participó ayer en la reunión de líderes celebrada en el Palau de la Generalitat que fracasó en su intento de encontrar una resolución unitaria.