Un fugitivo chino acusado de cargos de corrupción que huyó al extranjero en octubre de 2015 se entregó a las autoridades de la ciudad de Qingyuan, en la provincia sureña de Cantón, informó este miércoles la Comisión Central de Control Disciplinario del Partido Comunista (PCCh).
El fugitivo, llamado Mai Kaichang, "regresó voluntariamente a China" y se entregó a la Policía de la mencionada ciudad tras haber huido al extranjero en octubre de 2015.
La Interpol emitió una "alerta roja" en su contra en agosto de 2017, indica la comisión en un comunicado.
Las autoridades le acusan de "realizar sobornos y obtener enormes ganancias ilegales" durante su etapa al frente de la empresa Qingyuan Sheng Li, dedicada a la industria metalúrgica.
Según la comisión, las autoridades que manejan este tipo de casos han realizado "esfuerzos incansables" en los últimos años para "perseguir a los fugitivos y recuperar sus ganancias ilegales", así como para "participar activamente en la cooperación internacional en materia de aplicación de la ley".
"Mai regresó a China voluntariamente para entregarse y devolver sus ganancias ilegales. Seguiremos buscando fugitivos, presionaremos para que no puedan esconderse y garantizaremos que son llevados ante la justicia", agrega el comunicado.
A finales de 2012, el presidente chino, Xi Jinping, lanzó una campaña contra la corrupción y solicitó a la Interpol emitir "alertas rojas" contra personas que viven en el extranjero y que están acusadas de corrupción por la Justicia china.
Sin embargo, organizaciones internacionales como HRW o Amnistía Internacional han denunciado en repetidas ocasiones que China también utiliza en ocasiones estas alertas de detención y extradición contra disidentes y activistas para obligarles a volver al país asiático.
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