La Fiscalía de Manhattan, en Nueva York, ha ofrecido al expresidente estadounidense Donald Trump declarar en el marco de un caso de presunto soborno a la actriz porno Stormy Daniels para comprar su silencio sobre una relación extramatrimonial, lo que podría suponer un indicio de que existe una alta probabilidad de que el magnate neoyorquino sea imputado.
Así, los fiscales han dado a Trump la posibilidad de testificar la semana que viene ante un gran jurado a medida que se materializa la idea de que se impongan en su contra cargos penales en relación con este caso.
Los expertos consultados por el diario 'The New York Times' aseguran que generalmente este tipo de citaciones se producen antes de que se presente una acusación formal. En el estado de Nueva York, los posibles imputados tienen derecho a responder a las preguntas de un gran jurado antes de que se impongan los cargos, si bien es probable que Trump rechace la oferta.
Además, sus abogados cuentan con la posibilidad de reunirse a puerta cerrada con los fiscales. En caso de salir adelante, Trump se convertiría en el primer expresidente de Estados Unidos en ser imputado y podría ver frustrada su carrera electoral de cara a las presidenciales de 2024.
Trump se ha enfrentado durante los últimos años a una batería de investigaciones, pero hasta el momento no se habían presentado cargos en su contra por delito alguno. Así, el fiscal de distrito de Nueva York, el demócrata Alvin L. Bragg, podría convertirse en el primero en imputar a Trump --si bien podría no ser el último--.
Daniels ha reconocido en el pasado que mantuvo relaciones con Trump durante un torneo benéfico de golf celebrado en julio de 2006 en Nevada y, posteriormente, dijo estar obligada a guardar silencio debido a un acuerdo de confidencialidad que incluía el pago de 130.000 dólares, una cuantía que recibió supuestamente durante los últimos días de la campaña electoral de las presidenciales de 2016.
El pago salió a la luz a mediados de enero de 2018, cuando el diario 'The Wall Street Journal' informó de que Michael D. Cohen, abogado de la Organización Trump durante casi una década, gestionó en octubre de 2016 un pago a la actriz para que guardara silencio, aunque insistió en varias ocasiones en que el dinero salió de su bolsillo.
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