La Policía india arrestó este martes a un político del gobernante partido nacionalista hindú BJP por los insultos que profirió en un vídeo al profeta
La Policía india arrestó este martes a un político del gobernante partido nacionalista hindú BJP por los insultos que profirió en un vídeo al profeta Mahoma, desencadenando protestas de musulmanes en la India, exigiendo su detención y que se producen meses después de un suceso similar en el país asiático.
Raja Singh, representante regional del BJP en el estado meridional de Telangana, fue detenido esta mañana en su vivienda por varios efectivos policiales y trasladado a comisaría, según mostraron varios vídeos difundidos en las redes sociales.
Su arresto cumplió así con las exigencias de los cientos de personas que se reunieron desde altas horas de la noche frente a una comisaría en la capital regional Hyderabad para exigir la detención inmediata del político, y que ocasionó varios arrestos.
La denuncia contra Singh se registró esta madrugada en la comisaría de Dabeerpura, en Hyderabad, explicó a Efe el oficial de Policía a cargo de la estación, Koteswar Rao.
En el vídeo, añadió el agente, se "empleaba un lenguaje muy vulgar con el profeta" y "hería los sentimientos religiosos".
En él, Singh respondía al espectáculo que el cómico musulmán Munawar Faruqui había llevado a cabo la última semana en la ciudad en el que se refería a los dioses hindúes, y que el político había tratado de detener junto a medio centenar de seguidores.
Con tono irónico, Singh profirió varios comentarios despectivos sobre Mahoma, al que nombra de manera indirecta, muy similares a los que dedicó hace unos meses durante un programa de televisión la entonces portavoz nacional del BJP Nupur Sharma, y que le llevaron a ser suspendida por la formación.
Los comentarios de Sharma exacerbaron los ánimos de numerosos países de mayoría musulmana, que convocaron a los embajadores de la India en sus respectivos países para trasladarles su indignación con esas ofensivas declaraciones.
También la comunidad musulmana de la India protagonizó entonces protestas masivas en varias ciudades, que se saldaron con dos muertos por la violencia y la represión policial, además de decenas de heridos.
Este país de más de 1.350 millones de habitantes ha vivido en el pasado sangrientos choques entre hindúes y musulmanes que han dejado miles de muertos y heridos.
La llegada al poder del líder nacionalista hindú Narendra Modi ha coincidido con una radicalización entre la mayoría hindú y según varias organizaciones de derechos humanos, también con un aumento desproporcionado de ataques contra la minoría musulmana.