MonumentValley

La Gran Guerra

Organizado por nuestra Universidad, el pasado lunes arrancó un mini ciclo de tres películas (sería más acertado calificarlas de elegías antimilitaristas)...

Publicado: 04/10/2018 ·
22:52
· Actualizado: 04/10/2018 · 22:53
Publicidad AiPublicidad Ai
Autor

Javier Extremera

Javier Extremera es crítico de música clásica. Asimismo es técnico de Cultura en la Diputación de Jaén

MonumentValley

Este espacio trata la mirada más certera y crítica a la realidad (cuando la hay) cultural de Jaén

VISITAR BLOG

Organizado por nuestra Universidad, el pasado lunes arrancó un mini ciclo de tres películas (sería más acertado calificarlas de elegías antimilitaristas), que nos acercan hasta los horrores de la primera gran contienda bélica de la era moderna, sin duda la más cruenta de nuestra Historia (el altísimo número de bajas así lo atestigua). Un conflicto que cambió por entero el mapa político de Europa y del que en noviembre conmemoraremos el centenario de la firma de su armisticio. Las proyecciones se sucederán en la Antigua Escuela de Magisterio (20:00 horas y entrada libre). El cine era un arte en pañales cuando Europa estalló, pero logró hacerse eco dando a luz un género nuevo: el cine bélico. La guerra aérea y del gas venenoso, del armamento pesado, del alambre de espino y las interminables trincheras. Un espacio ideal para ser explorado por la cámara cinematográfica, como bien demostraron los elocuentes travellings de Kubrick en esa obra maestra incontestable que es “Senderos de Gloria”, película que ha inaugurado esta pequeña muestra bautizada por sus programadores como “La pantalla antibélica”. Prohibida por el franquismo, muchos descubrieron el pensamiento pacifista de Samuel Johnson, cuando Kirk Douglas escupe a la cara de un siniestro general francés aquel inmortal: “el patriotismo es el último refugio de los canallas”. Las consecuencias de la guerra será el protagonista de la proyección del próximo lunes 8 de octubre. “Sin novedad en el frente” de Lewis Milestone es una de las más lúcidas y terroríficas aportaciones al género. Retrato del bando perdedor, con una inolvidable secuencia final donde la carne de cañón camina desdichada hacia el matadero. Despojos humanos, que a su vuelta inauguraron un amplio catálogo de enfermedades mentales, además de sufrir muchos horribles mutilaciones (imposible no acordarse de “Johnny cogió su fusil”). La batalla de los Dardanelos y su medio millón de bajas será el protagonista (allá por el 22 de octubre) de la última y estupenda película del ciclo. “Gallipoli” de Peter Weir nos traslada hasta el frente otomano, en la que fuera una mancha imborrable en el expediente de un joven Winston Churchill. Una certera mirada sobre esa generación perdida y sobre el talento que depositaba, extinguido entonces a balazos. Por desgracia, la guerra de los cuatro imperios dejó algo inconcluso. El horror y la devastación no tardarían en volver a repetirse. Pero esa, como diría Kipling, es otra historia y otra mirada.

Envía tu noticia a: participa@andaluciainformacion.es

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN