Tres hombres de origen albanés han ingresado en prisión provisional tras ser detenidos por la Policía Nacional por su presunta participación en más de una treintena de robos con fuerza en viviendas habitadas de Málaga, que cometían por la noche, mientras que por la mañana aparentaban ser turistas.
La investigación se inició el pasado verano a raíz de varias denuncias sobre robos ocurridos en la zona este de la capital malagueña cuyos autores adoptaban "férreas precauciones" para no ser descubiertos, según ha informado este viernes la Policía en un comunicado.
Las incursiones en las viviendas se producían a primera hora de la noche, en casas cuya estructura contaba con tapia perimetral cercana a campo abierto.
Según las pesquisas, los autores siempre eran dos personas enmascaradas que vestían ropa oscura, calzaban zapatillas tipo 'trekking' y portaban una mochila, las cuales accedían a los domicilios mediante escalo, combinado con el apalancamiento de puertas y ventanas y, en alguna ocasión, se topaban con sus moradores, a los que esquivaban emprendiendo la huida.
Los agentes determinaron que un hombre se encargaba de trasladar en un vehículo a los ladrones, a los que dejaba en lindes de campos pero con accesibilidad a la autovía A7, y tras las sustracciones los recogía con un turismo distinto.
Campañas delictivas temporales
La investigación ha determinado que todos ellos conformaban una célula itinerante perteneciente a una organización criminal de nacionalidad albana que adquiría asentamientos estratégicos en la comarca de la Axarquía para llevar a cabo "campañas delictivas temporales" con una duración de dos a tres semanas.
Entre las medidas de seguridad adoptadas por los integrantes de la red figura el uso de documentación falsa para alquilar vehículos y alojamientos vacacionales, cambios constantes de vehículos, así como la adquisición de líneas y terminales telefónicos con identidades ficticias.
Durante el día, aparentaban ser turistas, para lo que realizaban visitas o iban a la playa, y por la noche salían por las zonas de ocio de la ciudad hasta que se desplazaban en un turismo a un terreno en medio de la maleza.
Allí los autores de las sustracciones se ataviaban con el "kit de robos" -compuesto por indumentaria, linternas, teléfonos y herramientas- que habían escondido previamente.
Este grupo criminal actuaba principalmente en urbanizaciones situadas en la zona este de Málaga, aunque también en menor medida en las localidades de Mijas, Vélez-Málaga, Torremolinos y Alhaurín de la Torre.
En un registro domiciliario llevado a cabo en una localidad de la Axarquía, la Policía intervino diversas joyas enterradas en la finca, algunos efectos denunciados como sustraídos, dinero y herramientas de apertura, además de la mochila supuestamente empleada para cometer los robos.
Los tres detenidos fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que decretó su ingreso en prisión provisional.
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