Me queda la palabra

Competencias e Incompetencias

Y otras más abandona a su suerte otros problemas en virtud de su No-Competencia: Casualmente la palabra Incompetencia literalmente significa No-Competencia.

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La construcción de las pasarelas en los pinares de Rota ha sido un acierto de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía. Gracias a ellas tenemos la oportunidad de disfrutar plenamente de entornos tan bellos y acogedores como el nuestro. Pero como no todo puede ser de color de rosa, con el paso del tiempo, el mal uso, la dejadez y la mala educación han demostrado que no está tan claro que todo el mundo se lo merezca; por otra parte la acción de la naturaleza ha colaborado con la evitable acción humana para que esta maravilla se vaya deteriorando. Sin duda una inversión tan agradecida y tan rentable bien hubiera merecido un mantenimiento más correcto para que este deterioro no fuera tan acusado. Pero como ocurre demasiado frecuentemente, la cosa pública no se gestiona como debiera y la aparición de las “competencias” viene a diluir responsabilidades en lo que debiéramos cuidar con extremado cariño. Si las “competencias” bailan entre organismos oficiales, Demarcación de Costas, Consejería de Medio Ambiente o Ayuntamiento de Rota, ya la tenemos hecha. Nuestro ayuntamiento a veces se preocupa de eliminar la suciedad acumulada, prolija en desechos orgánicos, papeles y envoltorios de comidas, bebidas y otros actos no asumibles para horarios infantiles. Otras veces envía personal que arregla las incidencias más significativas acaecidas en las pasarelas. Y otras más abandona a su suerte otros problemas en virtud de su “No-Competencia”: Casualmente la palabra “Incompetencia” literalmente significa “No-Competencia” En el último pleno ordinario celebrado el mes pasado en el punto de Ruegos y Preguntas el Partido Popular, creo recordar, presentó el tema de la procesionaria y nuestro Delegado de Medio Ambiente, entre otros menesteres, además del típico “Ya hemos actuado”, se descolgó pìdiendo colaboración para localizar y erradicar la plaga. Cuál no sería mi sorpresa que cuando encuentro a este edil y le informo directamente de las zonas que he constatado que se encuentran afectadas por estas orugas, abundante cada vez más en la zona citada, su asombrosa respuesta se resume en que los pinares no son de su competencia: Traducido, que se declara incompetente. Pues mire usted, siga con su incompetencia mientras las procesiones, cabalgatas o como las quiera llamar, de bichitos enlazados desbordan el pinar y se acumulan en los pequeños pivotes de Punta Candor que limitan el camino de Baldosas Amarillas, al lado de donde se situaba una venta emblemática. Imagino que cuando alguna criaturita o varias mascotas se vean afectadas por los riesgos que acarrea esta plaga, se acuerde usted de sus “competencias”. Y sin quere extenderme mucho más, incompetencia parecida a la de permitir que cientos de motos de gran cilindrada paseen impunemente, bendecidas por el gobierno municipal, por el sufrido paseo marítimo, que bien se ve les importa muy poco. Aunque, para ser precisos, menos todavía les preocupa ese paseo por la zona del Chorrillo. ¿Será de su competencia? Seguro que sí de su incompetencia.

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