Uno de los objetivos más importantes que los distintos grupos municipales tienen en la oposición es la de idear estratégicas necesarias para el bien de los onubenses, presentando mociones que solventen las necesidades de esta ciudad y minimicen las carencias existentes, que no son pocas. Cabe recordar que dichos partidos reciben unas cuantías económicas aceptables para dichas acciones, entre otras muchas más, claro está. Ese antagonismo debe revertir en la ciudad -para eso le pagamos- y contribuir de todas las formas posibles, ganándose el sustento al igual que lo hacen los ciudadanos que tienen la suerte de tener un trabajo.
Este domingo me ha sorprendido la prensa local al leer que el Grupo Municipal de Vox en el Ayuntamiento de Huelva ha inscrito la increíble moción para el próximo pleno: “Instalar una gran bandera de España en la ciudad”. Que conste que me encanta mi bandera y no tengo ningún problema en que se pongan hasta en los aseos del Ayuntamiento -siempre he sido un bicho raro de izquierdas- y así lo expuse en una columna de opinión el pasado lunes, pero con todos los problemas que tiene actualmente está ciudad, es todo un alarde de inspiración esta creativa y original propuesta para el bien de todos los onubenses. No estamos hablando de propuestas que aceleren la llegada del AVE, con todos los problemas que está ocasionando en el día a día, ni hablamos de otras posibles opciones de comunicación con otras ciudades. No hablamos de iniciativas que fomenten el trabajo, siendo Huelva una ciudad con uno de los índices de paro más elevados. Podría exponer cientos de dificultades por las que estamos pasando, y la bandera no arreglará ninguno de ellos. Con dicha bandera no podrán comen las miles de familias que pasan necesidades, pero ahí está, apelando en base a un partido que sigue primando su sello y seña de identidad por encima de las calamidades de sus coetáneos.
En Huelva nunca hicieron falta banderas que nos muestren el sentido de pertenencia, jamás en esta tierra imperó ese egoísmo separatista y nuestros vecinos requieren de mociones reales que contribuyan al bienestar social, aunque se queden olvidadas como muchas otras, y no seguir avivando enfrentamientos que no nos llevan a nada. Da la sensación de que se desea con dicha moción marcar el terreno como hacen muchos animales, utilizar dicho símbolo para otras opciones diferentes a las que realmente representa. Son estas ideas las que le han arrancado el significado real de la bandera, otorgándole ese recelo y complejo que tiene dividido al país. Vox intenta agenciarse los colores que representan a España desde mucho antes que sus líderes naciesen, una simpática estrategia absurda, que como español, entre otras muchas cosas, y de izquierdas me toca las “raíces”.
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