En Huelva no aprendemos de los errores, y por mucho que los profesionales informen e intenten combatir la desgana y desidia de muchos onubenses y turistas que se acercan a disfrutar de nuestro entorno, no hay manera alguna de hacer tomar conciencia a la población de la importancia de nuestro paraje natural y de la relevancia que tiene. Quiero recordar en esta breve columna el dolor que vivimos el pasado año a causa del fuego, que arrasó partes importantes de nuestra tierra, poniendo en peligro espacios de vital relevancia para nuestra flora y fauna. Fueron días de angustia para aquellos que vivimos las descontroladas llamas, por las que se tuvo que evacuar a más de 2.000 personas, llegando al entorno del paraje Natural de Doñana.
lluvia de ceniza proveniente de los distintos focos debería haber marcado una etapa por y para años venideros, en la que la toma de conciencia tendría que haber hecho mella, siendo prioritarias campañas serias y constantes para la prevención de nuevos focos en toda nuestra provincia, dado que fue el fuego más grave que ha sufrido Andalucía, siendo el factor humano causante de tal horrible desastre. Que yo recuerde, y suelo ser un consumidor ansioso y constante de información, no tengo una clara idea de que haya sido así. Dados los distintos episodios que estamos viviendo en este inicio de verano, seguimos carentes de sentido común, y se auguran malos presagios.
Bonares fue el primer pueblo de este verano en sufrir el primer conato, sofocado en breve espacio de tiempo. Algo más serio lo hemos vivido el pasado sábado en La Redondela, los efectivos responsables acabaron con las llamas en menos de tres horas. El pasado martes una nave del polígono Los Bermejales entre Niebla y Bonares asustó de nuevo a los onubenses. El pasado sábado vivimos el incendio del asentamiento de chabolas de Las Metas y ayer parte de las Marismas del Titán de Huelva y del paraje Estero Domingo Rubio de Palos de la Frontera. Teniendo en cuenta que hemos tenido el tiempo a nuestro favor en estos meses, mal empezamos la época estival.
Por todo ello y como es habitual, desde el día 1 de junio y hasta el 15 de octubre ya se han tomado algunas medidas importantes para paliar la negligentes manos humanas, que solemos meter sin control en cualquier parte, como la prohibición del uso de fuego, así como el tránsito de vehículos a motor por espacios forestales. Prohibido hacer barbacoas, ni siquiera en espacios habilitados para ello. Extremar las precauciones en estos tiempos para evitar incendios es parte del protocolo de actuación de los servicios del Infoca, transmitir las pautas a seguir por la sociedad es función de los organismos gubernamentales y actuar en consecuencia es tarea de todos/as. Tengamos un verano sin humo y cuidemos nuestro entorno.
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