Es un pediatra veterano, curtido en la atención primaria pública y en el ejercicio privado, que ha recorrido varios cargos, incluida la vicepresidencia del Colegio Oficial de Médicos de Málaga, antes de ser elegido recientemente presidente, junto a un equipo de 14 integrantes, once de ellos nuevos, que asegura trabajarán por los 9.000 colegiados, por todos, pero también por los pacientes, porque en realidad la misión es que “el médico esté a gusto y este bien, es para que haga bien su trabajo y el paciente siempre está en primera línea”.
Aunque la proclamación oficial no será hasta septiembre, Pedro Navarro ya ejerce su cargo, delegando responsabilidades, porque tiene claro que hay que contar con el equipo, y trabajar con entusiasmo.
¿Cómo se toma la decisión de presentarse a la Presidencia de un colegio médico como el de Málaga con 9.000 colegiados?
Es complicado porque siempre tienes que pensar en tu familia, que es la que más lo sufre por el tiempo que no le dedicas a ella, el trabajo también, pero cuando tienes unas inquietudes colegiales que yo la tengo he estado mucho tiempo en distintas áreas y en la vicepresidencia con el presidente anterior, la inquietud, los proyectos realizados, los que quedan por hacer, todo eso te empuja, y también los compañeros a la hora de que el doctor Sánchez Luque decidiera no continuar, me animaron a que liderara el grupo y no se rompiera el equipo y eso ha hecho que me decidiese a hacerlo, aunque ha sido un equipo muy renovado, y de quince de la candidatura, once son personas nuevas, algunos quedamos de la vieja escuela que tenemos la experiencia que le puede faltar a los que han llegado ahora.
Porque esto quema ¿no?
Sí, porque es mucho esfuerzo, son muchos problemas los que se te plantean día a día, pero yo, lo digo sinceramente, la satisfacción que te crea después, cuando los compañeros te hacen comentarios agradables, o desagradables, para que tú intentes corregir algo que no se está haciendo bien, es muy estimulante, y por supuesto, resolver problemas, eso es una verdadera alegría, o al menos intentarlo, a veces no se puede porque no depende de ti, pero estás ahí, Siempre hemos sido un colegio muy activo, en primera línea y con las administraciones siempre hemos intentado mediar y solucionar los problemas de la clase médica pero también pensando no solamente en la colegiación, sino en los pacientes, porque en realidad nuestra misión, que el médico esté a gusto y este bien, es para que haga bien su trabajo y el paciente siempre está en primera línea, y eso estimula mucho, aunque hay días que estás bajo de forma, como le ocurre a cualquiera, pero después hay un pequeño toque de optimismo, de alegría, de ánimo y te hace subir nuevamente.
Desde fuera no parece que se aun colegio especialmente conflictivo...
No, el Colegio de Médicos de Málaga es un colegio excepcionalmente equilibrado, dinámico, y muy bien estructurado; hemos estados 16 años con la candidatura del doctor Sánchez Luque que prácticamente ha habido elecciones que no ha habido ningún candidato alternativo, lógicamente, claro, hay cosas que mejorar, eso es evidente, todo no se ha hecho bien, o se ha podido hacer mucho mejor, y ahora lo vamos a intentar, eso está claro, pero que es un colegio que no ha sido polémico, como la candidatura en sí, que nos hemos llevado muy bien, y eso es algo que, los consejo de administración pueden tener alguna diferencia entre miembros, pero siempre nos hemos llevado bien y ahora vamos a seguir en esa línea mejorando lo que hay que mejorar y además, algo que es fundamental: cómo ha cambiado la medicina en este último año y medio con el tema pandémico, otra concepción dela medicina y del ejercicio profesional.
Podrá mantener su trabajo habitual en la pediatría con al presidencia del colegio
Evidentemente, tendré que priorizar, porque también hago privada y pública, y no puedo estar desde las siete y media levantado y hasta las nueve y media de la noche, porque al Colegio le tengo que dedicar unas horas, lo que quiero es estar en el colegio, todos los días, que si va el colegiado y necesita a su presidente, estar allí, coordinando, tanto con el personal como con el resto del equipo, así que tendré que priorizar a ver de qué forma lo puedo hacer, tendré que dejar algo, pero si he tomado la decisión de presentarme lo que no puedo hacer es dejar el colegio abandonado, estoy aterrizando y organizarme.
Elegir debe ser delicado, porque los pacientes de uno son casi su familia.
Lo que sí está claro es que yo a los niños no los puedo dejar y voy a seguir trabajando de pediatra. Voy a reducir el ritmo, pero no puedo vivir, igual que el compromiso de gestión que tengo ahora lo asumo con mucho entusiasmo, con mucha alegría, pero no puedo vivir sin ver y tratar a los niños, son muchos años, y una gran unión y confianza con las familias y es deshonesto abandonarlas, eso no lo voy a dejar aunque tendré que reducirlo y replanteármelo.
Inseguridad y agresiones, uno de los grandes caballos de batalla a los que se va a enfrentar.
Sí, eso lo sufrimos, tanto por el que e4s agredido o insultado como por la situación en sí, vamos a seguir luchando contra la administración porque en parte todo esto se genera por el estrés que se produce a la población las listas de espera, los retrasos; hay que estudiar muy bien eso, nunca está justificado, eso es evidente, si intentamos evitar los motivos de crispación, esas personas exaltadas, agresivas, mal educadas, tendrán menos posibilidades de mostrar su forma de ser, entonces, todos eso factores que inciden en que el paciente, este individuo se excite, habrá que evitarlo; eso es lo que desde esta candidatura tenemos unos decálogos para intentar prever o evitar la agresión. No solo manifestar luego la solidaridad con el agredido, sino que tenemos de evitarlo con unas medidas de choque.
El polvorín, decía el delegado de salud Carlos Bautista, es la sala de espera.
Claro, porque se estimulan unos a otros y después imagínese que no tiene cita, los que están allí sí la tienen, pueden discutir entre ellos, y el médico lo que es estar viendo a sus pacientes y si encima tiene que salir, poner orden, y decidir judicialmente quién es el que entra y quién no entra, es complicado, todo eso genera que uno grita, el otro grita más, y al final ocurre lo que ocurre sale el médico o en la consulta le dices palabras agresivas o llegas a la agresión física. Las salas de espera ahora con covid, con pasillos despejados, eso ha relajado mucho al tensión en los centros de salud porque las salas de espera están solas o con una o dos familias, hay menos ruido, no se comunican y se contagian entre ellos y las agresiones se minimizan mucho.
¿Cómo ve lo de la medicina semi presencial?
La valoro bien. Todo lo que llega, si le sacas el partido suficiente y el partido justo, ha tenido su importancia. Le hablo como pediatra, hay muchas personas que les dificulta venir a mi consulta y en mi centro de salud tenemos un día por la tarde para padres que están precisamente trabajando en la mañana y pueda tener opción de llevarlo al pediatra, eso lo facilita, hay mucha comunicación que se puede hacer telefónicamente: me llaman para una vacuna, que se han retrasado con la fecha qué hago o no, esos e puede solucionar perfectamente por teléfono, el tema de la alimentación igual, medicación también hay niños con tratamiento crónico, que han convulsionado y le tienes que poner un tratamiento lo puedes hacer, hay una serie de patologías o visitas que se pueden solucionar, el médico de familia también, creo que es fundamental porque se facilita al paciente y hay muchos que están encantadísimos con la telemedicina porque no se tienen que molestar en ir al centro de salud ni pedir cita ni aguantar allí, pero que ocurre, que después tiene que haber una medicina presencial; esa simbiosis es fundamental, se puede reducir lista de espera, pero el médico debe ver todos los días al paciente que es necesario, pero de esta forma si se gestiona bien la telemedicina para temas administrativos o de explicación, y después lo presencial pero todos los médicos se responsabilicen de que hay que ver a los pacientes, puede reducir listas de espera y puede ir bien.
Usted llevaba en su candidatura evitar los abusos, no sé si llamarlo así, de la medicina privada y el ciberacoso.
Prácticamente vamos a estar al servicio del colegiado, de todos, los que apoyaban nuestra candidatura y los que no, y vamos a luchar por lo que el colegiado vive día a día, como por ejemplo el tema de la pandemia, tenemos que centrarnos en ella, fomentar las medidas de prevención, seguir porque el virus no se ha ido, explicando que la vacunación es esencial, como pediatra sé que hay que empezar lo más rápido posible a vacunar a adolescentes y niños, esa línea que se ve ahora que no está controlada, el gran papel que va a tener la mujer médico en el futuro, el futuro dela medicina es muy femenino y la mujer tiene un papel primordial que vamos a priorizar mucho, y prueba de ello es que en mi candidatura hay muchas compañeras porque tienen otra visión, la conciliación familiar, eso lo tenemos a gala, y por supuesto la reforma tanto de la atención primaria como la hospitalaria con la carrera profesional; no hemos olvidado ni vamos a olvidar lo que es la libre competencia en la privada, que los médicos privados deben tener un sueldo digno y una valoración digna para que su ejercicio sea eficaz, eficiente y suficientemente reconocido; todos esos temas son los que lleva mi candidatura con listados de 20 puntos, y otro fundamental, no olvidar a los nóveles, pero también algo que se ha abordado y que nunca se ha conseguido, no que el médico novel tenga privilegio en el hospital o centro de salud, pero es un poco triste que un hombre que ha estado toda la vida en el hospital llegue allí y prácticamente cuando deja de conocer a alguien no es que lo traten mal, pero no se trata con la dignidad y el respeto que debería de llevar, por eso yo al novel desde el colegio queremos darle el sitio que se merece y sin olvidar el MIR que hay que mimarlo y enseñarle la importancia del colegio ayudándoles con formación, becas y algo que es novedoso pero que hemos apostado, el Erasmus Mir un año o unos meses salir fuera de España a cualquier hospital europeo y los colegios les ayuden.
¿Qué puede hace el colegio de médico con es aparte abusiva de la medicina privada donde no se paga al profesional lo que debe?
El que diga lo contrario no dice la verdad, no podemos entrar en baremación, en lo que paga una compañía aseguradora al médico no puede entrar el colegio, por la ley ómnibus, no podemos intervenir pero si apoyar totalmente a médico, reivindicar, intentar con las aseguradoras que esa baremación sea idónea, que haya libre competencia, porque no todos son iguales, tienen la misma dedicación o disponibilidad horaria, una serie de factores que hay que primar no debe ser homogéneo, sino que hay que adaptar, hay que estudiarlo, trabajarlo, consensuarlo, siempre ha estado el colegio y ahí y ahora vamos a intentar la libre competencia para que haya sueldo digno y una baremación idónea a la responsabilidad, el sacrificio y el trabajo que haga el médico de ejercicio privado.
Cómo padece el médico el tema del ciberacoso.
Todo el asunto informático a veces es difícil de controlar, tanto el ciberacoso, como las terapias alternativas, el colegio debe estar muy pendiente por esas formas de mal uso de la redes, todos los días nos llegan médicos con alguna reclamación o alguna denuncia, y afortunadamente, desde el colegio tenemos, además de otros servicios, uno que es la comisión deontológica donde llegan muchos casos de este tipo para analizarlo y por supuesto solucionarlos
Pesa el saber que uno representa a 9.000...
Sí pesa, a partir de ahora, me daré cuenta de la gran responsabilidad, pero yo voy a ser presidente, que como me gusta el deporte,, voy a repartir juego, no voy a ser presidencialista, tenga un equipo fantástico, todos principales en distintas áreas y vocalías, la responsabilidad va a ser de ellos, he seleccionado a gente buena en todos los aspectos para hacer equipo, llevarnos bien, que cada uno sea responsable de su trabajo, y me van a aportar resolver cada uno en su área y yo coordinando con líneas consensuadas, y otra cosa importante que les he dicho es que la única forma de aguantar y hacer bien el trabajo es que estemos ilusionados y contentos, si no lo estamos, disfrutando de lo que hacemos, si lo consideramos un trabajo, no vamos a tener el entusiasmo que yo quiero que se le ponga. No hay que agobiarse y abandonar todo por el colegio, pero lo que hagamos, con alegría y entusiasmo.
¿Qué opina de cómo van las cosas con la pandemia, de las decisiones que se están tomando, mascarilla sí o no?, la gente parece que al final es más inteligente que las normas que emanan de los políticos, nadie se quita la mascarilla, la gente es consciente de que esto no está ni mucho menso solucionado
Claro la gente es lista, está informada, tiene un buen nivel cultura, con accesibilidad a los medios solo no, sino a sus médicos de cabecera, y ha sido un poco imprudente ciertas normas que se han hecho, se han adelantado, y el virus no está todavía erradicado, está mutando, con la cepa delta que algunos vacunados pueda tener contagio, que a él no significa que le provoque enfermedad, pero sí está ahí y puede contagiar a otros, eso se produce con lo cual la única forma son los métodos barrera que hemos tenido hasta ahora, es la mascarilla, el núcleo familiar intentar estar con gente conocida y de nuestros grupos, y sin protección en hoteles, terrazas interiores, con personas desconocidas y sin protección; el lavado de mano, la distancia, hay que seguir no con una actitud alarmista porque tenemos que vivir, que ser felices, que disfrutar de la vida, pero una cosa es disfrutar de la vida y otra decir esto se ha acabado que cada uno haga lo que le dé la gana, el que esté vacunado que se olvide del tema y para delante, tenemos que seguir todavía intentando llegar a una inmunización de grupo del 70, del 80, del 90, porque no se para de investigar, no sabemos si hace falta una dosis de recuerdo como ha ocurrido con la gripe que se vacuna todos los años, no sabemos muchas cosas pero sí que todavía el virus no se ha erradicado y que hay que tener mucha, mucha, mucha prudencia.
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