¡Qué cosas!

Migrantes de pandemia

Porque el debate, no debe ser sino el de buscar soluciones comunes, salvar a la gente, ante todo

Publicado: 24/05/2021 ·
09:43
· Actualizado: 24/05/2021 · 09:43
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  • Dos militares del ejército español ayudan a un menor. -
Autor

Juan Diego Morales Arroyo

Juan Diego Morales Arroyo es periodista y ocupa el cargo de director de contenidos de viva Málaga

¡Qué cosas!

En el blog 'Qué cosas' se hace un análisis de lo que ocurre, lo cotidiano más increíble. El porqué si eso, otro día

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Llamar invasión a los episodios de migración protagonizados por personas, por seres humanos, por desesperados y desesperadas, en Ceuta, es impresentable; que lo hagan ciertos partidos del espectro de la ultraderecha ya ni ruboriza, pero que ese discurso lo compren medios, también  mayoritarios, y lo repitan sin pudor, es de una irresponsabilidad de incalculables consecuencias, y en ningún caso, positivas.

Porque detrás de todo esto no hay más que miserias, vasos comunicantes, mundos más o menos afortunados y personas pobres en mundos  que, como en las paralelas matemáticas, no se tocan

Y mira que quería empezar con buenas intenciones y palabras comedidas, pero no me dejan. Porque detrás de todo esto no hay más que miserias, vasos comunicantes, mundos más o menos afortunados y personas pobres en mundos  que, como en las paralelas matemáticas, no se tocan, o al menos, es lo que pretende siempre el Occidente insolidario y asustado.

Porque el debate, no debe ser sino el de buscar soluciones comunes, salvar a la gente, ante todo, como está haciendo el ejército, que para eso sí hay que enviarlo, no para “defender la patria de hordas invasoras”. Hay lenguajes, expresiones, discursos que creíamos tan superados, y sin embargo, como de costumbre, ante la más mínima crisis, aparecen los de siempre con los espumarajos en los labios, con las soflamas cavernícolas, con sus palabras obscenas en su esplendor rancio.

Claro que hay cosas que cuidar, como a quién se expulsa y se devuelve y cómo se hace, es uno de los puntos dónde se debe centrar el discurso; como en el de la atención y soluciones para los menores que no consistan solo en encerrarlos hasta que esto pase; esa son las cuestiones, no si hay que declarar la guerra a Marruecos.

Cosas, como controlar que lo que se destina a ayuda, a cooperación, y son muchos millones de euros, se emplee y se invierta allí de manera adecuada, en beneficio del común, del pueblo, y no para enriquecer los fondos de una monarquía feudal.

Al menos, uno quiere pensar que las sensibilidades son otras, ahora, las fuerzas de seguridad se tiran al agua a salvar vidas, no reciben la orden de disparar balas de plástico contra los que, exhaustos, se están ahogando, esas imágenes imborrables para la memoria de cualquier persona decente que nos dejó el Gobierno Rajoy.

Pero bueno, que ya dije que no me quería encender, sino llamar al sentido común, a la solidaridad, al trabajo unidos, pedir que, por una vez, con los reproches políticos que cada uno quiera hacer en el momento preciso, ahora, se intente remar por parte de todos en la misma dirección; pero ya sabemos, cómo suelen ser los partidos que gobiernan cuando están en la oposición, que en eso, poco se diferencian los mayoritarios uno del otro.

Como decía la letra de aquella canción: “No hay venganza en ningún color, la sangre es roja siempre que se vierte”.

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